Este artículo se publicó hace 14 años.
Malestar en las cajas por el efecto en su imagen
Desde mañana, explicarán por toda Europa su fortaleza. Críticas al Gobierno por no lograr que los demás países sean igual de transparentes
El Gobierno español intentó varias veces, durante la presidencia de la Unión Europea, que se hicieran las pruebas de estrés a todas las entidades financieras de la región y que se dieran a conocer. No lo consiguió y fue el anuncio del Banco de España de que haría públicos los resultados de todos los bancos y cajas bajo su supervisión lo que llevó al resto de estados miembros a participar, algunos de mala gana, en este ejercicio. Pero la adhesión fue parcial, y sólo estuvieron dispuestos a incluir a algunos de sus bancos, los más grandes. No consideraron necesario dar a conocer la situación de los más pequeños y muchos de los más débiles.
En las cajas españolas, las que peor paradas han salido en estos exámenes, hay malestar con el Gobierno porque no consiguió imponerse para que el resto de países se examinaran igual y porque creen que las entidades españolas han jugado en inferioridad de condiciones, según fuentes del sector. En España se ha hecho desfilar a todo el mundo y con criterios muy duros, mientras el resto sólo ha sacado a la palestra a los más guapos y en situaciones más livianas. ¿Resultado? Ahora parece que somos los peores.
El Gobierno cree que la confianza en la banca española se va a restablecer
Para el economista jefe de Intermoney, José Carlos Díez, España "ha sido más ambiciosa dentro de la mediocridad europea", aunque también necesitaba más transparencia que el resto porque son las entidades españolas las que estaban más estigmatizadas.
Fuentes gubernamentales se mostraron ayer muy satisfechas con los resultados, pese a que son conscientes de que la mayor transparencia ha dejado en situación incómoda a algunas entidades españolas.
Las críticas que los medios de comunicación internacionales dedicaban ayer al sistema financiero español (del que destacaban que había sido el peor parado del ejercicio) se veían venir dicen en las cajas porque era evidente que se iban a comparar por países los datos que salieran, cuando no eran en absoluto comparables porque ni se trataba del mismo número de entidades ni se estresaba tanto a las europeas como a las españolas. "Cuando haces estas cosas, te tienes que asegurar de que todo el mundo va a hacer lo mismo", aseguraba ayer a Público un directivo de una caja de ahorros, quien añadía: "Ahora queda por saber qué pasa con la mitad del sistema financiero europeo".
Los expertos confían en que los mercados vuelvan a abrirse en septiembre
Para contrarrestar el efecto negativo en su imagen, la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA) se esforzará a partir de mañana en explicar a los analistas de toda Europa la realidad del sector y el contenido de esas pruebas. El director general de la patronal, José Antonio Olavarrieta, intervendrá en Londres, París, Bruselas, Fráncfort y Munich ante cientos de analistas e inversores. Intentará convencerles de que las pruebas se han realizado con hipótesis económicas muy extremas que no se van a dar, que todos los bancos y cajas españoles las han pasado con holgura y sólo cuatro grupos de cajas tendrían que reforzar su capital (en 1.835 millones de euros), pero no porque sean insolventes, sino porque se ha detectado que podrían no ser tan fuertes como sería necesario en un escenario absolutamente dramático e irreal.
José Carlos Díez, no cree que se vaya a estigmatizar a los cuatro grupos de cajas que han salido más débiles en las pruebas. A su juicio, el conjunto de cajas españolas ya estaban en el punto de mira y después de este resultado esa situación cambiará y podrán volver a captar capital en los mercados. De hecho, a su juicio, estas pruebas vendrán muy bien a todo el sistema financiero español, lo que se demostrará con las emisiones de deuda que en breve (en septiembre a más tardar) realizarán Santander, Banesto, Popular, Bankinter, La Caixa o Caja Madrid. Esa será la verdadera prueba de fuego para la banca española, dice.
También en el Gobierno están convencidos de que la confianza se restablecerá y se podrá volver a emitir en breve, aunque admiten que hay tantos intereses contrapuestos en los mercados (existen grupos de inversores que pretenden restar credibilidad al proceso para beneficiarse económicamente), por lo que no es descartable que en los primeros días existan vacilaciones.
Los analistas, satisfechosDe momento, la mayoría de los cerca de 80 analistas que ayer acudieron a la reunión con los responsables del Banco de España salieron satisfechos con la explicación que les ofrecieron José María Roldán, director general de Regulación, y Fernando Vargas, de la dirección de Supervisión y representante en el Comité Europeo de Supervisores Bancarios (CEBS). Como el día anterior explicó el gobernador, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, sacar a la palestra a todas las entidades puede ser duro en un primer momento pero será beneficioso en el futuro.
Santiago Carbó, catedrático de Análisis Económico de la Universidad de Granada y asesor de la Reserva Federal de Chicago, defendió ayer que la mayor transparencia siempre es mejor, por lo que se mostró convencido de que cuando los analistas miren con detenimiento todos los datos se darán cuenta de la buena situación del sistema financiero español. "Lo importante es que en septiembre se hayan abierto los mercados. Eso es para mí lo más importante", aseveró a Público.
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