Este artículo se publicó hace 16 años.
Malasia y Singapur refuerzan las medidas de seguridad ante la ejecución de los terroristas responsables del atentado de 2002 en Bali
Los gobiernos de Malasia y Singapur aumentaron las medidas de seguridad ante posibles atentados terroristas como represalia por la próxima ejecución en Indonesia de los condenados a muerte por los ataques de Bali en 2002, que causaron 202 fallecidos.
En Malasia, la Policía ha distribuido por todo el país fotos del malasio Noordin Mohamed Top, el terrorista más buscado del Sudeste Asiático y actual jefe del grupo radical Yemaa Islamiya, al que también pertenecían los reos de Bali, informaron hoy los medios locales.
Por su parte, Singapur ha elevado el nivel de alerta que había rebajó a finales del pasado marzo, cuando suspendió la búsqueda de Mas Selamat bin Kastari, presunto líder en la ciudad-estado de la organización extremista y actualmente huido.
Hasta el momento, ambos países se han mantenido a salvo de los ataques de la Yemaa Islamiya, considerada el brazo de Al Qaeda en el Sudeste Asiático.
La organización fue fundada en 1995 para establecer un Estado islámico independiente formado por Indonesia, Malasia, Singapur y el sur de Filipinas y Tailandia, y se le atribuyen algunos de los atentados más sangrientos de los últimos años en la región.
Hace una semana, Indonesia anunció que Imam Samudra, Ali Ghufron y Amrozi, los tres sentenciados a la pena capital por la masacre de Bali, serán fusilados a principios de noviembre, pero no divulgó la fecha concreta por razones de seguridad.
El clérigo radical indonesio Abu Bakar Bashir ha advertido de que el país "sufrirá un gran desastre" si finalmente son ejecutados y dijo que todos los musulmanes que tomen parte en el ajusticiamiento serán declarados apóstatas del Islam.
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