Este artículo se publicó hace 14 años.
Madeira, luz, música y color
Si estás pensando en visitar Madeira, este mes de junio resulta inmejorable. Ya que se celebra el Festival del Atlántico, que integra el Festival de Música de Madeira, el Concurso Internacional de Fuegos Artificiales y la actuaci&oacu
Un año más, el Festival del Atlántico llenará de luz, música y color la isla de Madeira. Del 5 al 26 de junio diversas manifestaciones culturales se sucederán sin interrupción en un auténtico espectáculo de un mes de duración. Desde el Festival de Música de Madeira, hasta el Concurso Internacional de Fuegos Artificiales, sin olvidar la actuación de Bandas Filarmónicas en el centro de la ciudad, que transformarán durante estos días la capital madeirense en un escenario de animación difícil de igualar.
El Festival del Atlántico tiene su origen en el Festival de la Música de Madeira. Per hoy día ha adquirido una mayor relevancia con la introducción, en los últimos años, del Concurso Internacional de Fuegos Artificiales. El concurso culmina con los cuatro imponentes espectáculos pirotécnicos que iluminan la noche de Funchal, los sábados del mes de junio, reflejando su brillo, color y magia en los mares de su bahía.
En el Festival de Música luce también el folclore de Madeira en todo su esplendor. La música de calidad se prodiga en locales emblemáticos de la región, como el Teatro Municipal Baltazar Dias, la Casa das Mudas en Calheta o en distintas iglesias de la capital. Aunque la diversión no queda reservada exclusivamente al fin de semana, ya que de lunes a jueves numerosos grupos de música desfilan por el casco antiguo de la ciudad de Funchal, convirtiéndola en un inmenso escenario.
El archipiélago de Madeira, ubicado a 608 Km. al oeste de Marruecos y 416 Km. al norte de las Islas Canarias, está compuesto por 4 islas, la montañosa Madeira, Porto Santo con su playa de arena dorada de 9 Km., y las deshabitadas Islas Desiertas e Islas Salvajes.
Enclavado en medio del Atlántico, Madeira propone al visitante un viaje diferente a un rincón virgen cuyo elemento principal es el Bosque de Laurisilva, bosque reliquia clasificado por la UNESCO como Patrimonio Mundial Natural. Es uno de los pocos en el mundo que conserva la pureza que existió hace millones de años.
A tan sólo hora y medio de vuelo de Lisboa, Madeira ofrece una enorme variedad de actividades: desde trekking en las levadas hasta la práctica del golf con vistas al mar, pasando por deportes de aventura o náuticos, como la pesca deportiva en alta mar y el buceo. Sus hermosas quintas y sus concurridas fiestas como la Fiesta de Fin de Año, el Festival de las Flores, el Carnaval o el Festival del Atlántico, también hacen del archipiélago un lugar privilegiado y distinto.
Web: www.madeiraislands.travel
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