Este artículo se publicó hace 13 años.
¡Kaputt! (Tercera parte)
La cumbre extiende la regla de oro para limitar el déficit fiscal
"Locos por el déficit cero”. He aquí la conclusión de la cumbre, en la cual Alemania, secundada por Francia, ha impuesto la entrega masiva de soberanía para declarar el déficit fiscal como el enemigo público número uno de la crisis en curso. Tras la pérdida en 1999, de la soberanía monetaria a manos del BCE, 2011 termina con la cesión de el único instrumento disponible: la política fiscal.
Cuando Zapatero apareció ayer en el telediario de TVE de las tres de la tarde, los espectadores pudieron escuchar tres palabras: fiscal, fiscal y... fiscal. Ese fue su resumen. Se refería a la mayor supervisión fiscal, a la estabilidad presupuestaria y a la decisión de evitar el descontrol del déficit para “que no vuelvan a ocurrir los problemas de la deuda soberana”.
Los ciudadanos saben definitivamente ahora, por si hacía falta, que España hizo de conejillo de indias en agosto, cuando Zapatero decidió escoger una de las recomendaciones de Merkel y Sarkozy del mes de julio (carta de ambos a Van Rompuy), y del BCE de agosto (carta a Zapatero de Trichet y Fernández Ordoñez), a saber, la de incorporar a la Constitución la llamada regla de oro para limitar el déficit fiscal.
La cumbre ha extendido esa regla a la UE, con la oposición de Reino Unido. Y si el Gobierno británico se ha opuesto no ha sido por razones religiosas: que su religión es la pretendida austeridad lo atestigua el hecho de que está aplicando el plan más salvaje de reducción del déficit de toda Europa. Pero esa religión, compartida con el Gobierno alemán, no le ha impedido rechazar la cesión de soberanía política.
Ayer, la prensa financiera internacional incluía reportajes que ponían en duda la versión del Bundesbank (banco central alemán), del BCE y de Merkel sobre la naturaleza de la crisis española. En The Wall Street Journal, dos historias, una firmada por Ilan Brat y David Roman y otra por Thomas Catan.
En la primera se destaca cómo “el ejemplo de España muestra los límites de los objetivos de la UE”. Según recuerdan, España cumplió desde 1998 hasta 2008 con el Pacto de Estabilidad, obtuvo superávit varios años (2005, 2006 y 2007) y su deuda pública por debajo del 60% del PIB. Un analista consultado afirma que cumplir con estos objetivos no preparó a España para afrontar los problemas acumulados durante la burbuja inmobiliaria.
Por su parte, Catan aborda el caso de España dentro de los “mitos y realidades de la eurocrisis” y compara la situación de la deuda en España y Alemania antes (cumplimiento del pacto de estabilidad con superávit y violación, respectivamente) después de la crisis: "¿Pero no han cambiado las cosas desde entonces? La economia alemana se ha fortalecido en la crisis y la española ha languidecido de modo que pensarías que se han cambiado los papeles. Te habrias equivocado. El pasado año, la deuda pública representaba el 61% de su PIB, y la de Alemania subió hasta el 83%. De hecho, la deuda pública española era mas baja que la de Holanda (63%), Francia (83%) y EE.UU (93%)".
Estos reportajes, que se suman a los artículos de Martin Wolf y Wolfgang Munchau en Financial Times, quienes recogen la versión “políticamente incorrecta” de que culpar al déficit fiscal en España como causa todopoderosa de la crisis atenta contra la realidad.
Y, sin embargo, incluso mucho antes de esta cumbre, Rajoy ya había considerado que la batalla del déficit era la fundamental. Y lo ha vuelto a ratificar en el contexto de una economía española moribunda en proa hacia los 5,5 millones de parados, al 31 de marzo del 2012. El crecimiento ni está ni se le espera. Por cierto, ahora que ya se ha terminado el traspaso de poderes del PSOE al PP, ¿se hará pública de una vez por todas la carta del 5 de agosto de Trichet y Mafo al “querido primer ministro” Zapatero?
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