Este artículo se publicó hace 15 años.
La joyería Faberge busca captar millonarios en Internet
La renovada compañía de lujo Faberge, cuyo nombre está asociado a los huevos incrustados en joyas diseñados para los zares rusos, planea vender su primera colección de joyería cuyas piezas están valoradas hasta en siete millones de dólares para los millonarios de Internet.
El grupo pretende entrar en el competitivo mercado de los productos de lujo con una inversión limitada durante la recesión y eventualmente retar a gigantes como Bulgari, Tiffany y Cartier.
"Decidimos ser atrevidos. Consideramos esto una oportunidad sólida", dijo el consejero delegado Mark Dunhill en una comida el miércoles.
Faberge busca atraer a los ricos a través de su página web con la visualización de las joyas incrustadas con miles de gemas para conseguir ventas a raíz de muestras privadas.
Eso ahorrará millones de dólares en inversiones al evitar el modo de venta tradicional por medio de una serie de tiendas de lujo, y para empezar tendrá sólo una en Ginebra.
"Tomas un riesgo enorme si construyes una red de tiendas", dijo Dunhill, antiguo presidente de Alfred Dunhill, la división de piel y accesorios de la marca suiza de productos de lujo Richemont.
"Nos estamos embarcando en un modelo de negocio pionero", explicó.
Faberge quiere entrar en un sector que está viendo una gran caída a nivel global, pero donde los grandes nombres todavía dependen de grandes cantidades para atraer a los ricos.
"Las barreras para entrar son mucho más altas ahora", dijo Dunhill, añadiendo que Louis Vuitton se había gastado 25 millones de dólares (unos 17 millones de euros) en una tienda nueva en Londres.
Faberge espera que los ricos que quieran vivir una experiencia exclusiva se metan en su página web para luego poder asistir a la muestra de un broche o un anillo. Dunhill dijo que un estudio entre millonarios mostraba que el 95 por ciento había hecho su última compra por Internet.
"Si te planteas gastar un millón de dólares en una pulsera, por qué no dejar que el diseñador vaya a ti y te lo muestre en tu yate?", dijo Dunhill.
El joyero francés Frederic Zaavy es diseñador de Faberge y ha creado una colección inicial de 100 objetos en su estudio en París.
Zaavy, que tuvo su propio taller y que vendió por iniciativa privada durante 14 años, utiliza cientos de pequeñas gemas en cada pieza para crear un efecto mosaico en anillos, broches, pendientes y collares.
La primera colección está entre 40.000 dólares y siete millones, pero algunas de las joyas pueden llegar a 15.000 dólares en un futuro y podrían añadirse otros productos de lujo más adelante.
Dunhill, que no quiso dar otros detalles financieros más que el grupo estaba libre de deudas, quiere construir una marca global valorada en miles de millones de dólares.
En grupo inversor en minería Pallinghurst Resources, propietario de la mitad del grupo, compró la marca Faberge de Unilever en 2007 y lanzó una renovación del nombre, utilizado para comercializar marcas de cosméticos como la fragancia masculina Brut.
El grupo estadounidense Midstream & Resources tiene un 20 por ciento de Faberge y el banco sudafricano Investec posee un 10 por ciento.
La compañía original de Faberge fue fundada en 1842 por el joyero ruso Gustav Faberge, que ganó fama por diseñar huevos incrustados en joyas para los zares rusos.
En algún momento Faberge creará el primer huevo desde que la familia Faberge fuera separada por la Revolución Rusa, explicó Dunhill.
Los nietos de Gustav, que establecieron una nueva empresa Faberge en París, descubrieron después de la Segunda Guerra Mundial que un empresario estadounidense vendía perfume con su apellido.
Pusieron una demanda, pero se quedaron sin dinero y cedieron los derechos de su apellido a una empresa estadounidense en 1951 por 250.000 dólares. La marca Faberge pasó por muchas manos antes de ser vendida por 1.550 millones de dólares al grupo Unilever en 1989.
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