Este artículo se publicó hace 15 años.
Algunos jóvenes son más propensos a depresión por hostigamiento
Por Amy Norton
Los adolescentes que padecenhostigamiento (bullying) y bromas constantes de sus parescorren riesgo de sufrir depresión, en especial cuando son defamilias de bajos recursos o muy adineradas.
Un nuevo estudio sobre casi 5.400 estudiantes secundariosen Suecia reveló que los que dicen que siempre fueron objeto deridiculización o bromas tienen alto riesgo de tener síntomas dedepresión.
Pero ese riesgo varía según el "nivel social" de lafamilia: el hostigamiento tiende a afectar más a losadolescentes de familias de bajos o altos recursos que a los declase media.
Eso sugiere que los adolescentes de clase media, quesentirían "lo mismo que el resto", están de alguna manera másprotegidos de la depresión como respuesta al hostigamientoentre pares, explicó la autora principal, Cecilia Aslund, de laUniversidad Uppsala, en Suecia.
Es posible, dijo a Reuters Health, que los niños más pobresy más ricos sean más vulnerables que el resto por distintosmotivos.
Uno podría ser una mayor presión para "ser exitosos" sobrelos adolescentes de familias con más recursos, comentó elequipo dirigido por Aslund en Archives of Pediatrics &Adolescent Medicine. Ese estrés haría más difícil tratar conlos efectos emocionales del bullying.
Del mismo modo, el estrés crónico asociado con la pobrezaaumentaría la vulnerabilidad de los adolescentes de familias debajos recursos.
El equipo analizó encuestas a 5.396 estudiantessecundarios, que respondieron sobre todo hostigamiento verbal yemocional (ridiculización e insultos ante terceros) padecido enlos meses previos.
Se les realizó también un cuestionario estandarizado paradiagnosticar depresión.
El 21 por ciento de los estudiantes estaba deprimido. Losque mencionaron "varios" hostigamientos tenían el riesgo másalto, que variaba según el ingreso familiar.
Los adolescentes de familias de bajos o altos ingresos eranentre cinco y siete veces más propensos a tener síntomas dedepresión que los adolescentes de clase media que rara vezhabían padecido el hostigamiento entre pares.
Para Aslund, esto es importante para los programasescolares orientados a prevenir el hostigamiento y susconsecuencias, ya que es necesario que los adultos tomenconsciencia de que ciertos niños son más vulnerables que otrosa padecer depresión.
La autora señaló también que, en general, el ingresofamiliar está asociado con un menor riesgo de problemas desalud en los más jóvenes. Pero este estudio demuestra que nosiempre es así.
FUENTE: Archives of Pediatrics & Adolescent Medicine, enerodel 2009
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