Este artículo se publicó hace 16 años.
Para John Malkovich, sin sueños no hay inspiración
Después de más de 30 años de profesión explorando terrenos como lainterpretación, la dirección o la realización, John Malkovich recurre a una cita de Sigmund Freud para explicar quées lo que le inspira a seguir cultivando su versatilidad.
"Freud dijo que somos los actores de nuestros propios sueños, pero si tú eres sólo un actor no estás realizando tupropio sueño, simplemente eres un personaje en el sueño del otro", afirmó durante una entrevista concedida eldomingo en San Sebastián, donde estos días presenta la película de los hermanos Coen "Quemar después de leer".
"Hay cosas muy distintas que me inspiran. Las cosas que busco para producir nunca serían cosas en las que megustaría actuar. Las cosas que me gustaría dirigir tampoco son cosas en las que me gustaría actuar. Cuandoproduces algo es tu proyecto, trabajas con la gente que tú eliges, es tu guión, es tu historia, es un poco como tusueño", agregó.
Con un tono pausado, maneras suaves y una estridente chaqueta, Malkovich recibe sin descanso a los periodistasdurante su visita a la 56ª edición del Festival de Cine de San Sebastián, donde "Quemar después de leer" forma partede la sección 'Perlas' de la cita cinematográfica.
El actor estadounidense de 54 años no ahorra en halagos para los hermanos Joel y Ethan Coen, cuyo filme "No espaís para viejos" obtuvo cuatro Oscar de Hollywood, entre ellos mejor director, mejor película y mejor actor dereparto para Javier Bardem.
"Son muy inteligentes, muy divertidos. Son muy buenos escritores, muy buenos directores y capaces de reunir ungrupo muy bueno de técnicos. Siempre me han gustado sus películas", afirma Malkovich, que desde la década de los70 forma parte de la compañía de teatro Steppenwolf de Chicago.
VIDAS Y EMOCIONES
Aunque Malkovich no suele prodigarse en papeles cómicos ("sólo en películas que han visto muy pocaspersonas", dice), su interpretación del analista de la CIA Osborne Cox, un personaje airado y rabioso, supone paramuchos un registro novedoso. No obstante el actor le resta importancia.
"Creo que no hay ninguna diferencia en preparar papeles cómicos, trágicos o románticos", afirma el protagonistade "Cómo ser John Malkovich" (1999), "El imperio del sol" (1987) o "Las amistades peligrosas" (1988), y queactualmente espera el estreno de "The changeling", dirigida por Clint Eastwood.
"Mostrar rabia es muy fácil porque todo el mundo tiene una reserva de ira, no es tanto cuestión de encontrarla, escuestión de encontrar la forma de soltarla", asegura el también productor de cintas como "Juno" y director de"Pasos de baile".
La última película de los Coen, "una comedia sobre un grupo de cretinos un poco alocados", según Malkovich,viene precedida por buenas críticas tras proyectarse en los festivales de cine de Toronto y Venecia, donde fuepresentada por los directores y sus protagonistas Brad Pitt y George Clooney.
Frances McDormand, Tilda Swinton y Richard Jenkins completan el reparto de "Quemar después de leer", que seestrenará en España el 10 de octubre.
Para Malkovich, cualquier papel puede ser terapéutico para un actor.
"Puedes imaginar vidas distintas, tener distintas emociones sin pagar ningún precio. Es una cosa que anhelamucha gente de la calle. A veces no lo consiguen y si lo consiguen tienen que pagar un precio muy alto. Nosotrosno tenemos que pagar un precio sino que nos pagan", asegura Malkovich.
/Por Raquel Castillo/
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