Este artículo se publicó hace 14 años.
Italia critica a la UEFA y a Serbia tras la violencia de los ultras serbios
El Ministerio del Interior italiano continuó hoy culpando a la policía serbia de no haber informado del peligro de la llegada para el encuentro contra Italia, clasificatorio para la Eurocopa 2012, de los cerca 1.800 ultras serbios que transformaron Génova (noroeste) en un campo de batalla.
El ministro del Interior, Roberto Maroni, también trasladó sus críticas a la UEFA, que podría multar a Italia por haber dejado entrar en el campo a los ultras serbios con un verdadero arsenal de petardos, bengalas, y objetos cortantes.
"Escribiré a Michele Platini para que la UEFA adopte el sistema italiano de seguridad en el fútbol pues, si estuviese en vigor, estos delincuentes no habrían venido a Italia", dijo hoy Maroni.
El ministro se refería a la normativa italiana que impide que, en caso de que se declare un partido de alto riesgo, puedan viajar los aficionados del club visitante, así como se ha exigido tener que sacarse un "carné del aficionado" a quien quiera ver a su club fuera de casa.
Maroni también defendió la labor de la policía italiana "que debido a su profesionalidad evitó una tragedia como la de Heysel", cuando el 29 de mayo de 1985 durante la final de la Copa de Europa en Bruselas, murieron 34 italianos seguidores del Juventus, dos belgas, dos franceses y un británico, a causa de una avalancha debido a la violencia protagonizada por los ultras del Liverpool.
Por otra parte, el "número dos" de Interior, Alfredo Mantovano, afirmó hoy durante un programa radiofónico que en el fax que la policía serbia envió a los colegas italianos "no se mencionaban posibles riesgos".
Las autoridades serbias pidieron disculpas al Gobierno italiano por la violencia de los ultras, cuyo comportamiento violento obligó a la suspensión del encuentro y provocó incidentes antes y después del partido, pero se añadió que se envió un fax comunicando la llegada de los hinchas.
"En el fax de la policía serbia sólo se hablaba de la llegada a Génova de 1.300 hinchas con billete. Luego nos comunicaron que llegaban por sus propios medios y en cuatro autobuses, que luego se convirtieron en nueve y se pasó a cerca 1.800 aficionados", añadió Mantovano.
"Como no hubo información, no se realizaron controles a la llegada a Italia de los serbios, por lo que es absurdo atribuir ahora a Italia la omisión de los controles de seguridad". agregó Mantovano.
Por su parte, el ministro de Exteriores italiano, Franco Frattini, explicó al canal de televisión SKYTG24, que se ha pedido a las autoridades serbias competentes explicaciones sobre "por qué no llegaron estas informaciones" sobre la peligrosidad de los ultras.
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