Este artículo se publicó hace 16 años.
Issey Miyake busca el color esencial en las selvas sudamericanas
La búsqueda de colores auténticos llevó al equipo artístico de Issey Miyake a las selvas tropicales de América del Sur y a las ciudades de sus alrededores para crear poéticos y aplaudidos vestidos-capas que hoy presentó en París, en la semana del Prê-à-Porter para la primavera-verano 2009.
El desfile, recibido con una ovación de placer, se cerró con un pase de vestidos-túnica bicolores o tricolores en su delantero.
Unos diseños adornados con otra tonalidad suplementaria en su parte posterior, cortada sobre superficies de tejido levemente mayores, rectas hasta incluir los codos, para formar un efecto discretamente alado o de etérea capa incrustada.
Estos vestido-túnica, cuya belleza dará a la próxima temporada estival una poesía particular y un confort difícil de igualar, surgieron de una paleta de amarillos, rosas, azules cielo y verdes selváticos algo más vivos que el resto de la colección.
Serán de tirantes, de manga corta o de manga larga acampanada, cortos sobre las rodillas, algo más largos, o hasta el suelo, y se llevarán sobre sandalias planas de cuero o zapatos de pequeño tacón.
La misma idea de túnica, pero transparente, sobre short-braga y sujetador opaco a tono, en versión corta hasta las caderas, media o larga, fue otra de las opciones veraniegas exploradas por Miyake, junto con la de tejidos brillantes y nacarados, metálicos, para vestidos amplios, siempre muy cómodos y fáciles de llevar.
Gran novedad en el Prêt-à-Porter parisiense del día fue la que protagoniza el modisto británico Stuart Vevers con su debut oficial en la firma de origen español Loewe, propiedad desde hace varios años del número uno mundial del lujo, el grupo francés LVMH, que reúne en su seno otras grandes casas de costura como Christian Dior o Givenchy.
La pasada temporada, el entonces recién nombrado modisto británico Stuart Vevers sólo tuvo tiempo de presentar una minicolección, en los salones de la Opera Cómica, inspirada en la españolidad de la marca y muy celebrada por su publico.
Esta noche, Vevers se lanzará al ruedo con su primera colección completa para Loewe y, como hace seis meses, decidió hacerlo con un desfile estático, hoy en el cabaré Folies Bergère, en el barrio IX de París, nota original para un Prêt-à-Porter que promete ser suntuoso.
La voluminosa e imponente invitación, de cartón muy grueso, marrón oliva por un lado y negro por el otro, informa junto al nombre de la firma de que fue fundada en Madrid, en 1846.
Signo evidente de que ni Vevers ni los directores comerciales de LVMH querrían perder la nota hispana que siempre le caracterizó, aunque su propiedad haya cambiado de manos y de país.
A la docena de modistos y creadores que tomaron las pasarelas a lo largo y ancho de la capital en esta cuarta jornada de colecciones estivales se sumarán en las próximas horas un sinfín de inauguraciones de lujo, fiestas sorpresa, cócteles y veladas.
El más exquisito de estos eventos paralelos será sin duda el estreno de la nueva boutique parisiense del joyero italiano Bulgari, sobre una superficie de 1.500 metros cuadrados, situada en el número 40 de la avenida George V.
Justo en el 'triángulo de oro' situado junto a los Campos Elíseos, no muy lejos de la Embajada Española y de algunos de los más grandes hoteles, restaurantes y establecimientos comerciales de París.
Issey Miyake inaugura también tienda esta noche en otro barrio caracterizado por el lujo ambiental, en el número 11 de la rue Royal, entre la plaza de la Madeleine y de la Concorde, junto a la 'rue Saint Honoré'.
Calle donde precisamente esta misma noche Paul Ka organiza la noche "vide ton sac" (vacía tu bolso), en la que lanzará un nuevo bolso de su creación con cortometrajes creativos en su apoyo.
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