Este artículo se publicó hace 14 años.
Irlanda, abocada a unas elecciones
El primer ministro anuncia que disolverá el Parlamento en enero tras aprobar el presupuesto
Nadie sabe si la economía irlandesa sobrevivirá a la actual crisis o de qué manera. Lo que ya es obvio es que será otro Gobierno el que intente sacar al país del agujero. Abandonado por sus socios de coalición y por algunos sectores de su propio partido, el primer ministro, Brian Cowen, anunció que habrá elecciones anticipadas en enero.
Cowen dijo que no dimite ahora mismo porque es imprescindible aprobar antes el plan de austeridad y el presupuesto de 2011, que será presentado al Parlamento el 7 de diciembre. “Es muy importante que la gente comprenda que cualquier retraso debilitará la posición del país”, explicó Cowen.
La decisión era inevitable desde el anuncio del Partido Verde unas horas antes de que dejará la coalición de gobierno tras la aprobación del presupuesto. Los verdes tomaron la decisión el sábado y esperaron a ayer para hacerla pública.
Brian Cowen quiere que antes de votar se apruebe el presupuesto
Admiten que el Gobierno carece de apoyo en la opinión pública tras conocerse que la UE y el FMI sostendrán a la moribunda economía del país con créditos por valor de cerca de 90.000 millones de euros. “La pasada semana ha sido traumática para el electorado irlandés. La gente se siente engañada y traicionada”, dijo el líder verde y ministro de Medio Ambiente, John Gormley.
La oposición había pedido elecciones anticipadas inmediatas, aunque la situación no propicia esa salida. La UE y el FMI se hubieran quedado sin un interlocutor para las negociaciones con las que se debe concretar el rescate: cuánto dinero se destinará a los bancos y a las cuentas del país, y de qué forma se utilizará.
Por otro lado, la política irlandesa adquiere un tono irreal cuando el Gobierno está a punto de presentar otro programa de recorte masivo del gasto público que debería ser aplicado en los próximos cuatro años. Y nadie cree que el Fianna Fáil continúe en el Gobierno tras las elecciones.
Estos programas pueden tener una vida de sólo unas semanas si la oposición gana en las urnas, lo que hace prever nuevos ataques en los mercados contra la deuda irlandesa. La aprobación del presupuesto ni siquiera está garantizada.
Londres ayudará a Irlanda, pero no a otros países en su misma situación
Dos diputados independientes que habitualmente apoyan al Gobierno han sugerido que votarán en contra en diciembre. El Gabinete sólo tiene una mayoría de tres escaños en la Cámara. El panorama hizo que cundiera el pánico en las filas del Fianna Fáil. Tres de sus diputados pidieron la dimisión de Cowen. “El país ha perdido la fe en él y se merece un nuevo líder. Cowen se ha quedado sin credibilidad”, dijo el diputado Sean Power.
La noticia del rescate no tuvo mucho efecto en los mercados. A primera hora, hubo una leve mejora en el precio de los bonos irlandeses, pero por la tarde el coste volvió a subir por encima del 8%.
En Londres, el ministro de Hacienda, George Osborne, anunció que el Reino Unido contribuirá al rescate irlandés con un préstamo cercano a los 8.000 millones de euros. Ante el malestar de los diputados tories euroescépticos, Osborne dijo que la solidaridad está justificada por las intensas relaciones económicas entre ambos países. Quedaba claro que el Reino Unido no tiene la intención de intervenir si otra economía europea no puede sobrevivir por sí misma.
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