Este artículo se publicó hace 15 años.
Investigado el anestesista de Eluana ante la sospecha de que le sacó fotos en la clínica
El anestesista Amato De Monte, que puso en práctica el protocolo médico para interrumpir la alimentación de Eluana Englaro, es investigado por la Fiscalía de Udine en relación con unas fotografías sacadas a la joven, muerta el pasado 9 de febrero, durante su permanencia en la clínica.
La Fiscalía sospecha que pudo cometer el delito de inobservancia del procedimiento dictado por la autoridad, informa hoy la prensa italiana.
De Monte, que dirigió el equipo que interrumpió la alimentación e hidratación de Eluana, en estado vegetativo durante 17 años, recibió hoy de manos de la policía una notificación emitida por la fiscalía.
Según la hipótesis de los investigadores, De Monte habría sacado algunas fotos de Eluana pese a la prohibición del protocolo legal decretado por los jueces de Milán, que vetaron el uso de cámaras de fotos o aparatos de grabación en la habitación donde estaba la mujer.
El abogado de Da Monte, Giuseppe Campeis, explicó que las fotos, de carácter clínico, se obtuvieron para testimoniar la ejecución del protocolo y que las reglas sobre privacidad fueron introducidas por la familia Englaro en el protocolo de actuación para proteger a la mujer respecto a terceros.
La periodista de la cadena pública italiana Rai Marinella Chirico y el fotógrafo Francesco Bruni también están siendo investigados por las fotos tomadas a Eluana durante su estancia en la clínica donde murió.
Chirico y Bruni, que entraron en la habitación de Eluana a petición de la familia Englaro, están siendo investigados por haber cometido presuntamente el mismo delito que el anestesista De Monte.
Hace dos semanas se hizo público que el fotógrafo y publicista italiano Oliviero Toscani quiso fotografiar a Eluana Englaro, y afirmó, en una entrevista publicada en el diario 'La Repubblica', que era necesario documentar esa realidad que, gracias a la tecnología, mantiene "intubados en los hospitales" a los muertos.
Toscani dijo que el padre Eluana, Giuseppe Englaro, se equivocó en su "estrategia de comunicación" por haber difundido una foto de su hija cuando tenía 21 años, sonriendo a la cámara, pero la mujer murió con 38 años y afectada por las consecuencias de su prolongado estado vegetativo.
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