Este artículo se publicó hace 15 años.
La inhibición del rey con el Estatut aumenta la inquietud catalanista
CiU teme que se entienda la Constitución como "un muro"
El rey no hizo, en su discurso del 24 de diciembre, referencia directa a la situación del Estatut en el Tribunal Constitucional, un asunto que amenaza con condicionar el próximo año y poner en crisis el Estado de las autonomías. Como mucho, el jefe de estado hizo alguna referencia elíptica cuando pidió "preservar la independencia" de las instituciones. Parecía reclamar respeto al Tribunal Constitucional, un organismo politizado y con cuatro de sus 12 jueces con el mandato vencido.
Los partidos catalanes echaron en falta, al igual que les pasa con José Luis Rodríguez Zapatero, un gesto contundente en favor de un Estatut que las Cortes aprobaron y los catalanes votaron en referéndum antes de que el PP lo llevara al TC. Por eso siguieron advirtiendo contra un recorte.
Este viernes, en el homenaje anual que el Govern, el Parlament y las formaciones nacionalistas rinden a Francesc Macià, primer presidente de la Generalitat moderna (lo fue entre abril de 1931 y su muerte, el día de Navidad de 1933), hubo referencias explícitas al Estatut y a las palabras del monarca español.
El president José Montilla parece haber encontrado en Macià, fundador de ERC y líder independentista de referencia en el primer tercio del siglo XX, un ejemplo en tanto que icono del "catalanismo de raíz popular" que la coalición gubernamental que él dirige pretende encarnar. Señaló que es necesario "consolidar el autogobierno teniendo presentes las lecciones de la historia". Ante el panteón del president que proclamó la República Catalana en 14 de abril de 1931, reafirmó su compromiso "en defensa de las instituciones catalanas".
Artur Mas, que homenajeó a Macià en representación de CDC, evitó criticar abiertamente al monarca, pero advirtió que con su contribución a sacralizar la Constitución esta pueda acabar convertida "en un muro" para las aspiraciones catalanas, algunas recogidas en el Estatut. El dirigente nacionalista clamó por una lectura "abierta" de la Carta Magna, a cuya aprobación CiU contribuyó en 1978.
La última oportunidadEl presidente de ERC Joan Puigcercós, en cambio, leyó en la petición de consenso al PSOE y el PP de Juan Carlos I un aviso a ambos, puesto que, según el dirigente independentista, el monarca es consciente de que el Estatut "es la última oportunidad" de encaje catalán en España.
Puigcercós aseguró que con el Estatut "Catalunya tendió la mano a España" y esta no ha hecho otra cosa que "morderla", circunstancia que, sumada al contexto europeo y a la estabilidad democrática, configura un "escenario favorable" a la independencia.
La portavoz de ICV, Laia Ortiz, rechazó que el monarca atribuya al TC cualquier tipo de independencia por sus "ingerencias políticas".
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