Este artículo se publicó hace 16 años.
Ingrid Betancourt aspira a ser la voz de quienes no la tienen
La ex candidata a la Presidencia de Colombia Ingrid Betancourt, que mañana recibirá el premio Príncipe de Asturias de la Concordia, ha afirmado hoy que no le corresponde a ella decir si es "símbolo de algo" y que sólo aspira a "ser la voz de los que no tienen voz".
"Cuando veo a tantos periodistas frente a mí siento que tengo una linda oportunidad de decir lo que creo que otros quisieran decir y no pueden hacerlo", ha declarado Betancourt en la rueda de prensa que ha ofrecido hoy en la capital asturiana.
La política franco-colombiana, premiada por el "extraordinario coraje mostrado durante los seis años que permaneció secuestrada en la selva por las FARC" (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), ha agradecido la "calurosa" acogida que le ha dedicado Asturias y ha asegurado que las horas que lleva en Oviedo están siendo el momento de "mayor alegría" desde su liberación.
Ha reconocido que los seis años de cautiverio han desencadenado muchos cambios en su persona, tanto en su visión del mundo como del conflicto armado que vive Colombia desde hace décadas.
"Para mí el mundo ahora es diferente y siento que está en peligro porque tiene sus bases fragilizadas", ha subrayado Betancourt, quien, no obstante, ha agregado que los periodos de crisis "son un excelente momento para rectificar y cambiar".
Se ha manifestado "muy optimista" de cara al futuro y ha dicho que ve en la sociedad, especialmente en niños y jóvenes, "otra dimensión del ser humano que está tomando vigor", y ha reclamando que se actúe "más con el corazón y no tanto con la cabeza y, sobre todo, huyendo de los intereses inmediatos".
Con respecto al conflicto que vive su país, Betancourt ha declarado que pensaba que la guerrilla "era una respuesta a un sistema que no funcionaba bien" y que hoy opina que "es en subproducto de ese mismo sistema que no funciona bien".
"Ha sido un cambio absoluto en mi manera de entender el problema", ha recalcado la política, que ha insistido en que su país debe superar "odios y rencores" y ha pedido a la guerrilla que abandone su "rigidez mental" y "acepte el juego democrático, deje las armas, libere a los secuestrados y dé la oportunidad a los colombianos de construir un país grande en el que quepan todos".
Preguntada por la decisión del Foro de Ermua de pedirle que devuelva el premio por considerar que sus declaraciones a favor de la negociación con los terroristas hacen "injustificable" su concesión, ha pedido que "no se instrumentalice por ningún lado político".
"Es un premio de la concordia y para la concordia y tiene que invitarnos a tener ante los demás una actitud de tolerancia", ha manifestado Betancourt.
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