Este artículo se publicó hace 15 años.
La imprenta de la Generación del 27 sigue alumbrando versos 80 años después
Las máquinas de la antigua Imprenta Sur, que publicó los versos de los jóvenes poetas de lo que se conocería como Generación del 27, sigue todavía hoy alumbrando textos compuestos de forma artesanal, letra a letra, con los mismos tipos de plomo que manejaron Emilio Prados o Manuel Altolaguirre.
A los mandos de estas máquinas está ahora José Andrade Martín, cuarta generación de una familia de maestros tipógrafos que arrancó con su bisabuelo.
"A Prados le gustaba la poesía y su padre le puso una imprenta. Necesitaban a un maquinista y llamaron a mi bisabuelo, pero trabajaba en un periódico y les mandó a su hijo, mi abuelo, cuando tenía 17 ó 18 años", ha recordado Andrade a EFE.
Entre ambos, de edades parecidas, nació una fuerte amistad, aunque los altibajos para la imprenta llegaron con la Guerra Civil y el posterior exilio de Prados, por lo que el taller quedó a cargo del abuelo de Andrade y se convirtió en una cooperativa.
"Desde México, Prados enviaba cartas y mi abuelo le contaba cómo iba el taller, porque Emilio se desvinculó al no pensar volver, pero nunca dejó a los trabajadores desamparados".
Cuando entraron las tropas nacionales en Málaga, se incautaron de la imprenta, "que estaba muy señalada por la poesía y los exiliados", y en sus máquinas empezó a imprimirse propaganda de la Falange, algo de lo que dan fe los tipos con el escudo del yugo y las flechas que todavía se conservan.
Después llegó la mejor época para la imprenta, a finales de los 40 y principios de los 50, gracias a "personajes que colaboraron de forma altruista, compraron tipografía y ayudaron a los trabajadores", ha añadido Andrade.
Tras el declive del taller, la Diputación de Málaga adquirió en el año 2000 las máquinas para evitar que su destino fuera el desguace y las ubicó en el Centro Cultural Provincial, donde tiene su sede el Centro de la Generación del 27, en una estancia que conserva el ambiente y el olor a tinta de la imprenta en sus inicios.
"Estas máquinas las he conocido siempre. Las tocó el abuelo, mi tío y ahora yo. Como las conoces, sabes dónde hay que tocar cuando una máquina se pone un poco trabajosa, pero no son demasiado complejas, sabiendo lo que se debe y lo que no se debe hacer".
Los tipos de plomo son también originales, e incluso recientemente Andrade descubrió con asombro "una caja con tipos que no se habían usado, de los años 20, y que tenían todavía el polvillo típico de la fundición".
La imprenta edita actualmente la colección "Cazador de nubes", en la que los próximos números serán "Metáfora del papel", de Rafael León; "Tontología", en la que Gerardo Diego recogió los que consideraba peores poemas del 27, y una colección de Haikus de José Antonio Mesa Toré, ha informado a Efe la directora del Centro Cultural de la Generación del 27, Aurora Luque.
Además, durante los últimos años ha editado la colección "El Castillo del Inglés", que llegará a su fin con el número 30, una antología del poeta granadino Antonio Carvajal.
Próximamente se iniciará una nueva colección, todavía sin título, en la que los primeros números se dedicarán a Francisco Brines y Luis Alberto de Cuenca, ha avanzado Luque, que también ha anunciado que la antigua imprenta "será protagonista" en la renovación de la web que está preparando el Centro del 27.
"La imprenta es un lugar mágico y el alma del Centro de la Generación del 27, y los poetas que la visitan se emocionan mucho y se sorprenden al ver que se conservan las máquinas y los muebles originales", ha añadido Aurora Luque.
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