Este artículo se publicó hace 16 años.
Iglesias rozó el bronce y Alarza abandonó lesionado en judo
La selección española de judo agota sus opciones de medalla en los Juegos Olímpicos de Pekín, donde a falta del concurso de Esther San Miguel, hoy rozó el bronce con Leire Iglesias, derrotada por la subcampeona olímpica holandesa Edith Bosch, mientras que David Alarza abandonó lesionado.
El acceso de Iglesias a la lucha por el bronce colocó al judo español con posibilidad de podio, después de cerrar la participación de cinco de sus seis deportistas sin lograr medalla, un reto que el equipo nacional intentaba alcanzar avalado por sus resultados internacionales y por la necesidad de romper el maleficio de Atenas, cita en la que tampoco sumó preseas.
Los dos participantes en la jornada de hoy, Iglesias, en menos de 70 kilos, y David Alarza, en menos de 90, abrieron el día con el pase a segunda ronda al ganar con autoridad sus combates por yuko ante la brasileña Mayra Silva y por ippon al puertorriqueño Alexis Cliclana, respectivamente.
Leire Iglesias, en su segunda pelea, ganó por koka a la francesa Gevrise Emane y vio cortado su camino hacia el oro y la plata al perder por ippon con la alemana Annett Bohm, que en ese combate sumó su tercera victoria consecutiva al marcar este golpe.
Inició, a partir de ahí, el camino de la repesca en busca de la pelea por el bronce con dos triunfos seguidos, el primero por yuko en su combate con la ucraniana Natalaya Smal, y el segundo merced a un koka ante la colombiana Yuri Alvear, con el que se adentró en la pugna por un tercer puesto.
Con el constante apoyo desde la grada de varias decenas de seguidores españoles, entre los que escuchaban los consejos de la bimedallista olímpica Isabel Fernández -oro en Sydney'00 y bronce en Atlanta'86-, Leire Iglesias saltó al tatami número dos del Gimnasio de la Universidad del Ciencia y Tecnología de Pekín.
La holandesa competió con dureza desde la salida, y pronto se colocó con la ventaja inicial de un koka a su favor por una penalización arbitral a la española, que lejos de amedrentarse ante la mayor envergadura de su rival aceptó el envite, que quedó sentenciado, a falta de 1 minutos y 26 segundos para la conclusión de los 5 minutos reglamentarios, al marcar Bosch un ippon.
Alarza, en -90kg., tras derrotar por ippon al puertorriqueño Alexis Chiclana en primera ronda, sufrió un tirón muscular en la espalda que condicionó su rendimiento en el combate ante el argelino Amar Benikhlef, que terminó venciéndole por ippon, horas antes de proclamarse nuevo subcampeón olímpico.
Padeció Alarza constantes gestos de sufrimiento sobre el tatami durante una pelea en la que precisó recuperarse en varias ocasiones y recurrió a movimientos físicos tratando de entonarse muscularmente, un objetivo imposible ante la dolencia que padecía.
El ippon marcado por el argelino, con el que el judoca español se despedía de los Juegos Olímpicos de Pekín, dejó a David Alarza tendido en el suelo durante un tiempo, al cabo del cual logró levantarse tras recibir atención por parte del equipo español.
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