Este artículo se publicó hace 15 años.
La Iglesia rusa dice que es pronto para acercarse al Vaticano
El próximo líder de la Iglesia ortodoxa rusa sólo se reunirá con el Papa si se resuelven las tensiones entre las dos fes, dijo el candidato a convertirse en el nuevo patriarca ruso.
El metropolita Kirill, finalista junto a otros dos veteranos sacerdotes en la votación para elegir a un nuevo patriarca, está considerado el candidato más abierto a los contactos con el Vaticano pero dijo en una entrevista en la prensa que la posición de la iglesia no cambiará.
El nuevo patriarca dirigirá una iglesia de unos 165 millones de fieles en todo el mundo y determinará si se restablecen relaciones con la Iglesia católica, que han sido tensas desde el cisma de 1054 que dividió el cristianismo en dos ramas: la oriental y la occidental.
El patriarca Alexis II, que murió el mes pasado, se opuso a encuentros con dos pontífices consecutivos pero algunos estudiosos de religión han predicho que Kirill, que se reunió con el Papa Benedicto XVI en el Vaticano hace dos años, podría estar más abierto a la idea.
"La posición de la Iglesia ortodoxa rusa en relación a un posible encuentro entre su patriarca y el papa católico sigue inmutable", dijo Kirill en una entrevista publicada en el diario Trud el lunes.
"Un encuentro entre el patriarca y el papa sólo sería posible cuando existan signos convincentes de un progreso real y positivo en las cuestiones que desde hace mucho tiempo han sido problemáticas en nuestras relaciones", dijo.
El principal obstáculo para unas buenas relaciones entre las dos iglesias es la acusación rusa de que Roma ha estado intentando convertir a los fieles ortodoxos al catolicismo desde el final del comunismo, una acusación que niega el Vaticano.
Alrededor de 700 sacerdotes, monjes y laicos ortodoxos rusos, se reunirán en un Consejo Local el martes para comenzar el proceso de elección de un nuevo patriarca.
Kiril, el máximo cargo diplomático de la iglesia que ha tenido contactos estrechos con otras denominaciones cristianas, consiguió 97 votos en la primera ronda de la votación en el Consejo de Obispos de la iglesia el domingo.
Su rival más próximo es el metropolita Kliment, considerado por muchos observadores como el candidato favorito del bando conservador, con 32 votos. El metropolita Filaret, con sede en Bielorrusia, recibió el apoyo de 16 delegados.
Los observadores dicen que Kirill, de 62 años, es un hábil político que se ha cuidado mucho de no aparecer como excesivamente liberal por temor a molestar a los tradicionalistas de la iglesia cuyo apoyo podría necesitar para ganar la votación como patriarca.
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