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Algo huele a podrido en los algoritmos de Wall Street

ANTONIO LAFUENTE

La espectacular sacudida a la baja que experimentó el jueves la Bolsa de Wall Street (que llegó a caer un 9,1% en media hora) y su inusual rebote al alza, que dejó las pérdidas en un 3,2%, puso al descubierto la duda que existe en las bolsas mundiales desde hace tiempo: ¿quién está controlando los mercados?

'Muchas preguntas permanecían sin respuesta incluso horas después del cierre bursátil. ¿Qué o quién fue el culpable? ¿Por qué el mercado se revolucionó fuera de control tan rápidamente? ¿Qué se debe de hacer para que esto no ocurra de nuevo?', se planteaba el diario The New York Times en su edición del viernes.

En un principio se pensó que la crisis griega había contagiado a la Bolsa neoyorquina, pero: ¿realmente eso es motivo suficiente llevar a una empresa de biotecnología como Dendreon a desplomarse más del 50% en dos minutos?

Lo extraño del hundimiento llevó al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, a anunciar que las autoridades están investigando 'la inusual actividad' del mercado el jueves. La SEC (el equivalente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores) había anunciado ya, tras el cierre de la bolsa ese día, una investigación sobre lo ocurrido. También un Comité del Congreso fijó una reunión para el día 11 de mayo encaminada a averiguar lo sucedido. La caída fue 'increíblemente perturbadora', dijo el presidente del comité de valores bursátiles de la Cámara Baja, Paul Kanjorski.

Como en las novelas de misterio, quizá la mejor forma de averiguar lo ocurrido sería buscar a los que se beneficiaron de ello. De momento se desconoce su identidad, pero en lo que sí coinciden casi todos los analistas y expertos es en que el desplome no fue producto de un error humano, sino, probablemente, de una combinación de la informática y las matemáticas que hace posible las llamadas 'operaciones algorítmicas de alta velocidad' para operar en bolsa. En consecuencia, no se puede hablar de fallo de las máquinas, sino, al contrario, de un funcionamiento excelente y bien calculado de los ordenadores, que a través de operaciones concertadas procuraron un jugoso beneficio a quienes están iniciados en sus arcanos.

La sacudida del jueves 'no podría haber ocurrido si no hubiera habido un uso cada vez mayor de las operaciones de algorítmicas', aseguró en su blog Rajiv Sethi, catedrático de Economía de la Universidad de Columbia. 'Los algoritmos se han convertido en algo común en el intercambio bursátil, no sólo en las acciones, también en los derivados', dice Sethi.

Esencialmente, los programas informáticos deciden cuándo, cómo y dónde intercambiar instrumentos financieros sin necesidad de la intervención humana () Los mercados están dominados por los 'brokers de alta frecuencia', quienes usan algoritmos para comerciar a velocidades ultrarrápidas, buscando beneficiarse de las oportunidades que presentan los cambios del precio de las acciones.

Los analistas se inclinan por culpar a los algoritmos de alta velocidad

De acuerdo con Tabb Group, las operaciones algorítmicas a alta velocidad suponen más del 60% de la actividades en los mercados de acciones estadounidenses, lo que explicaría las caídas de los mercados a pesar de las buenas noticias que se han producido en varios países acerca del crecimiento económico o la bajada del desempleo.

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