Este artículo se publicó hace 14 años.
El hombre que no olvida, al frente de un sector bajo presión
Isidre Fainé, nuevo presidente de la CECA
"Tiene muy buena memoria y no olvida, ni para bien ni para mal", explicaba ayer de Isidre Fainé una persona que ha compartido con él múltiples reuniones en los últimos años. En esos encuentros, en las distancias cortas, es donde el máximo responsable de la mayor caja de ahorros se desenvuelve con mayor comodidad y sabe sacar réditos de su capacidad para encantar, para convencer; una virtud que le será necesaria en la nueva etapa que inicia ahora como presidente de la CECA.
Pragmático y dialogante, convence en las distancias cortas
Próximo al Opus Dei, se ha ganado la fama de incansable hombre trabajador y metódico, de los que llegan cada mañana antes de las 8 de la mañana a su despacho, en el piso más alto de las torres negras de la Diagonal. Persona de las que se consideran hechas a sí mismas, da la sensación de preferir tratar con personalidades discretas, como José Montilla, que con hombres de estirpes renombradas, como Pasqual Maragall, y su perfil imprescindible para entender la historia contemporánea de la entidad, en la que aterrizó en 1982 y que preside desde 2007.
Un día, trabajando de administrativo en Banco Atlántico, su jefe más inmediato lo llamó al despacho y, hablando, acabó diciéndole que algún día sería el director general del banco.
No acertó. Allí sólo acabó responsabilizándose del área de inversiones. Director general lo fue del Banco de Asunción, de Banca Jover, de Banco Unión y, a partir de 1999, de La Caixa. Pero antes de ese año, ya se convirtió en el alma máter del negocio de la entidad. Si Josep Vilarasau fue el artífice de la Obra Social de la caja en su vertiente más cultural La Caixa atesora una de las principales colecciones de arte de España y Ricard Fornesa le dio un vuelco social hace pocos años, Fainé representa al hombre de oficina: el encargado de conseguir depósitos y vender hipotecas.
Fainé es un hombre apegado a la realidad más que a la teoría
Así es como ha conseguido afianzar a la entidad como la primera caja española por volumen de ahorro, con una extensa red de sucursales con la que intenta competir con Santander y BBVA. El siguiente paso, en el que está inmerso, es la internacionalización, a través de su brazo inversor, Criteria CaixaCorp.
Fainé siempre ha confiado en la red para crecer, lo que da fe de que, pese a ser intuitivo, actúa sobre la base de la realidad más que de la teoría. Quizás por ello, y dada la situación del sector de las cajas, ahora estaría más predispuesto a hablar de las cuotas participativas para ofrecer liquidez y masa crítica a las entidades. En todo caso, La Caixa como tal nunca ha puesto sobre la mesa su controvertida emisión, hasta ahora un tabú en el sector financiero catalán.
Lo decidirá el tiempo y el debate. En todo caso, conocido su perfil, no se lanzará al vacío con ofertas o decisiones agresivas en la confederación de cajas. Él es un pragmático, un convencido del diálogo, más si cabe después de que una de las compañías participadas por La Caixa, Gas Natural, se diera contra la pared tras dos opas hostiles.
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