Este artículo se publicó hace 16 años.
Hancock homenajea el legado de Joni Mitchell con jazz como "arte de la vida"
El pianista Herbie Hancock ha presentado esta noche en Valencia su nuevo disco, el homenaje a la gran compositora y cantante Joni Mitchell, con un concierto basado en su inconfundible improvisación y en su filosofía de ver al jazz como una demostración de coraje y una apuesta por "el arte de la vida".
Así lo ha explicado el músico de Chicago en una rueda de prensa previa a su apabullante recital en el Palau de la Música con el que comienza su gira española y abre el tradicional festival de jazz del coliseo valenciano, que este año reunirá, también, a grandes figuras del panorama internacional como Gilberto Gil, Cassandra Wilson, Madeleyne Peyroux o Chick Corea.
Hancock, a sus 68 años, se presenta con el bagaje de una carrera jalonada de grandes discos, colaboraciones de lujo con los mejores músicos del jazz contemporáneo, populares bandas sonoras (como la del "Blow up" de Antonioni) y premios como el Oscar por la música de "Round midnight" e innumerables Grammy, el último en la categoría de mejor álbum del año por "River. The Joni letters".
Ha sido este trabajo, precisamente, la base del concierto de esta noche ante un público entregado desde su entrada al escenario, donde ha saludado en castellano y se ha atrevido a pronosticar que las economías española y estadounidense mejorarán a partir del próximo mes de noviembre, lo cual ha sido recibido con risas y aplausos.
Y es que Hancock, quien se define ya como "un hombre muy viejo", es uno de los artistas que han mostrado públicamente su apoyo a Barak Obama como candidato a la Casa Blanca, incluyendo su participación en un vídeo musical donde aparece, al piano, junto a músicos y actores que también respaldan la opción demócrata.
"Obama ayudará más al mundo de la cultura que McCain", ha señalado el pianista y compositor, quien ha bromeado al recordar su primer encuentro con el aspirante republicano: "Nos presentaron en marzo, en una fiesta de los premios de la revista Time, y no me hizo ni caso porque no me conocía".
Hancock, quien sigue defendiendo al jazz por la carga de valentía y coraje que imprime a quien se atreve a explorar sus posibilidades, se ha presentado esta noche con una solvente banda de bajo, batería, saxo y guitarra, y dos cantantes -Amy Keys y Sonya Kitchel- que han puesto alma coral a Mitchell, una de las artistas más respetadas del siglo XX y a quien el pianista rinde ahora un merecido tributo.
"Esto es música, vida y diversión", ha señalado al público para defender su espectáculo de la gira "The river possibilities tour" que mañana le llevará a Málaga y durante este mes a Vitoria, Barcelona y San Javier (Murcia).
En el concierto también ha habido cabida para el blues con "When love comes to town", el clásico que inmortalizó B.B.King, y para largos solos instrumentales a cargo del bajista, Dave Holland, y del guitarrista, Lionel Loueke, entre otras concesiones a su dilatada discografía y, concretamente, a su penúltima obra, "Possibilities".
Durante dos horas y media, la banda ha convertido el Palau de la Música en una gran "jam session" inundada por la fantasía, el virtuosismo instrumental y los arreglos electrónicos de un Herbie Hancock muy comunicativo con el público y siempre de buen humor, a quien el público valenciano ha despedido puesto en pie.
El artista, quien ha reconocido hoy que "la curiosidad y la improvisación" le llevaron irremediablemente al jazz cuando era apenas un niño que aprendía a tocar el piano, cree que "hay tantas maneras diferentes de aprender, de crecer y de mejorar como ser humano que siempre hay que explorar las posibilidades de evolución que permite el jazz".
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