Este artículo se publicó hace 14 años.
La Guardia Revolucionaria iraní advierte a la oposición
Por Parisa Hafezi
La Guardia Revolucionaria iraní advirtió el sábado a la oposición, en el primer aniversario de unas disputadas elecciones presidenciales, que reprimiría cualquier intento de generar una "crisis de seguridad".
Las autoridades han prohibido una manifestación opositora prevista para el sábado, y los líderes reformistas han dicho a sus partidarios que se queden en casa, al temer por sus vidas si hay represión.
una iniciativa a la que instaron líderes opositores en el exilio.
"Una reproducción de las protestas callejeras es poco probable. Pero si el movimiento de sedición crea una crisis de seguridad, nos enfrentaremos a ellos con todas nuestras fuerzas", dijo el comandante senior de la Guardia Reza Farzaneh, según el diario Javan.
Las protestas tras las elecciones del año pasado, los peores disturbios desde que se fundó la república islámica en 1979, acabaron reprimidas violentamente por la Guardia Revolucionaria. Se produjeron detenciones masivas y juicios. Dos personas han sido ahorcadas y decenas de detenidos continúan en prisión.
La oposición dice que la votación estaba amañada para asegurar la reelección del presidente de línea dura, Mahmud Ahmadineyad.
Las autoridades niegan las acusaciones, y dicen que son parte de un complot occidental para derrocar el sistema islámico, y han declarado en repetidas ocasiones que evitarán que se reproduzcan las protestas.
Ahora, muchos iraníes críticos con el Gobierno no parecen estar dispuestos a correr el riesgo de exponerse a la violencia o ser detenidos si expresan su descontento, y han aumentado las dudas sobre la eficacia de los líderes reformistas.
"¿Qué han podido hacer los líderes opositores por mis amigos que están en la cárcel?", se preguntó Mohamed Sefati, estudiante de literatura de 25 años en la ciudad de Mashhad.
"Respaldo el movimiento reformista. Pero ¿qué podemos hacer sin liderazgo?"
El candidato presidencial derrotado Mirhosein Musavi dice que el movimiento está vivo, pero su campaña se está diluyendo conforme muchos iraníes sienten que el ex primer ministro carece del coraje político para enfrentarse al 'establishment' del que proviene.
Al menos una docena de publicaciones prorreformistas y la mayoría de páginas de la oposición han sido bloqueadas desde la votación, lo que dificulta a los líderes opositores comunicarse con el público.
Desde la semana pasada, el Gobierno ha intensificado su represión, deteniendo a decenas de activistas, periodistas y estudiantes.
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