Este artículo se publicó hace 13 años.
Granados: "No reconozco el PP de Madrid al que me afilié"
El cese fulminante del número dos de Esperanza Aguirre abre una grieta en la formación regional
El miércoles, su último día como secretario general del PP de Madrid, Francisco Granados midió sus palabras. En público, todo fueron agradecimientos a la presidenta y al partido por la confianza depositada en él a lo largo de los últimos años. En privado, ya se había quejado a su sucesor, Ignacio González, de que fuese una destitución el método con el que el partido le pagaba "todos los marrones" que se había comido en los últimos años. Ayer, no se pudo contener. Y sacó a pasear muchas de sus reflexiones.
De todas sus declaraciones, la que más caló fue la que disparaba directamente contra la estructura de la formación de la que el miércoles dejó de ser número dos: "No reconozco el PP de Madrid al que me afilié. Hace un tiempo que no estoy cómodo en la organización de Madrid de este partido y quiero que nuestra organización en Madrid vuelva a ser como la que me atrajo en un momento determinado y me animó a afiliarme", espetó en una entrevista concedida en la mañana de ayer a ABC Punto Radio.
El ex secretario general del PP de Madrid dice que le han hecho "un favor"
También aseguró, pese a que a última hora de la tarde de ayer llegó a negarlo, que el principal argumento que la presidenta de Madrid le había dado para cesarlo fue el de la "pérdida de confianza".
En este contexto, Granados que veía muy difícil su continuidad en el núcleo de poder de los conservadores madrileños una vez que la presidenta prescindió de él en su última remodelación de Gobierno, sostuvo que su despido es "casi un favor".
Incómodo"Ya no me encontraba cómodo en este equipo y no había sido capaz de tomar la decisión que debería haber tomado en algún momento. Me lo han puesto muy fácil y eso una vez más se lo tengo que agradecer a la presidenta", añadió. Pocos en el PP de Madrid negaban ayer que este cese, que no contó con el respaldo mayoritario del Comité Ejecutivo Regional, ha abierto una grieta en el PP madrileño, una formación que hasta hace poco tiempo parecía vacunada contra las voces críticas.
Un importante grupo de dirigentes conservadores molestos con el tratamiento dado a Granados se mostró ayer igualmente incómodo con la forma en la que el exsecretario se había despachado en esta entrevista radiofónica.
Consciente de que desde el entorno de la presidenta se le ha acusado en las últimas horas de deslealtad y de criticar fuera de los órganos de partido a Aguirre y a González, el que fuera consejero de Presidencia, Justicia e Interior de la Comunidad de Madrid reconoció que su mala relación con su sucesor en el partido es pública y notoria. Pero que jamás ha remado en contra de los intereses del partido.
El entorno de Aguirre, dolido por la "deslealtad" del exconsejero
"Yo lo que he hecho desde el primer día es matarme a trabajar como una mula para que Mariano Rajoy sea presidente del Gobierno", aseguró. Precisamente uno de los últimos elementos que hicieron que la balanza de Aguirre oscilara por destituirlo de manera inmediata fue, cuentan en el partido, el comportamiento de Granados durante la campaña de las elecciones generales.
Sintonía con GénovaLas mismas fuentes sostienen que a la presidenta le ha molestado mucho la intensa colaboración de su ex secretario general con la dirección nacional del partido para la coordinación y organización de actos en Madrid.
"En Madrid nadie tiene la duda de que las elecciones en la región las gana Aguirre. Tampoco nadie tiene la duda de que Granados no era el director de campaña", resume un destacado miembro de los conservadores madrileños afianzando la tesis del malestar por el protagonismo del exconsejero.
Dirigentes del partido cuestionan la forma en la que fue destituido
Como es lógico, la parte ganadora de todo este proceso, Ignacio González, se encargó de poner el contrapunto a las declaraciones de Granados.
El grueso de las preguntas que tuvo que responder en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno versó sobre este tema. Llegó incluso a asegurar que desconocía el malestar de Granados y que "si hay alguien en el PP de Madrid y en el Gobierno que haya hecho lo indecible" por el ex número dos del partido, ese ha sido él. Que lo hizo por "convicción", insistió, pero que ahora no recomendará a Rajoy que cuente con Granados porque el líder del PP sabe perfectamente a quién elegir para sacar a España de la crisis.
Sin salirse un ápice del guión oficial, el vicetodo de Aguirre es vicepresidente de la Comunidad, consejero de Cultura y Deportes, además de secretario general del PP regional, justificó la marcha de su compañero como algo necesario para dar un impulso al PP nacional ahora que ha ganado las elecciones generales.
"¿Significa esto entonces que Granados remaba en contra de los intereses del PP nacional? ¿Por qué Granados no cabe en esta nueva etapa de la formación?", se le preguntó. No dio una respuesta clara.
Pese a que el círculo de Aguirre intentó ayer vestir de normalidad el nuevo escenario, se trata de mera apariencia. Algo de preocupación habrá cuando algunos de sus militantes recibieron un correo electrónico reclamando apoyo a la decisión de Aguirre en algunos foros de internet.
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