Un gran pacto de todos los partidos

Para Mariano Rajoy, la última legislatura fue especialmente complicada por los escándalos de corrupción que salpicaron a destacados cargos de su partido.

Desde el estallido del caso Gürtel, en febrero de 2009, los conservadores hicieron todo tipo de esfuerzos para trasladar a la opinión pública la idea de que estos escándalos no tenían su origen en el partido, sino en gente que había intentado aprovecharse de la formación. De aquí surgieron códigos éticos y propuestas de pactos contra la corrupción al resto de partidos. Todos quedaron en papel mojado. Pero ello no ha impedido que hayan sido incluidos en el programa.

Si cumplen con lo prometido a los ciudadanos, el nuevo Gobierno impulsará "junto al resto de las fuerzas políticas, un acuerdo de bases por la transparencia y contra la corrupción en el ámbito local". Y hará las reformas judiciales necesarias para asegurar el rápido enjuiciamiento de las personas implicadas en este tipo de escándalos.

También es promesa electoral mejorar la protección de los empleados públicos que denuncien actividades fraudulentas o corruptas. Con una denuncia de este estilo se destapó el caso Gürtel.