Este artículo se publicó hace 16 años.
El Gobierno y la oposición de Kenia acuerdan un plan que permita cerrar la crisis
La resolución del conflicto que enfrenta al Gobierno y la oposición de Kenia logró avanzar hoy cuando las facciones en pugna adoptaron planes a corto y largo plazo que permiten vislumbrar una salida de la grave crisis que atraviesa el país desde diciembre pasado.
Representantes del Ejecutivo y del opositor Movimiento Democrático Naranja (ODM), reunidos a puerta cerrada bajo la mediación del ex secretario general de la ONU Kofi Annan, aprobaron un acuerdo para el cese de la violencia, la resolución de la crisis humanitaria derivada de las protestas políticas y luchas tribales, y promover la reconciliación.
El plazo para el cumplimiento de estos puntos será entre una y dos semanas, a partir de hoy, según dijo Annan en una conferencia de de prensa que ofreció al término de la reunión.
El plan fue anunciado después de que el actual Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, exigiera hoy a su llegada a Nairobi el cese de la violencia y la resolución del conflicto apelando a la "responsabilidad de la clase política" del país.
"Es totalmente inaceptable que en pleno siglo XXI se produzca esta clase de violencia", dijo Ban en una conferencia de prensa celebrada en el hotel Serena de esta capital, el mismo donde los representantes del Gobierno y del ODM celebran sus negociaciones.
Entre las medidas que serán adoptadas para aplicar los acuerdos a corto plazo se incluyen el refuerzo de la seguridad, asegurar la libertad de expresión y el derecho de manifestación y el respeto a los derechos humanos.
Las dos partes, que están reunidas desde ayer, jueves, para buscar una salida política a la grave crisis keniana, han aprobado otras decisiones, ligadas al marco político y económico del país, que serán adoptadas en el plazo de un año.
Los compromisos incluyen una reforma constitucional, la lucha contra la pobreza y las desigualdades, la reducción del desempleo entre los jóvenes, una reforma agraria, la consolidación de la unidad nacional y la transparencia de las cuentas públicas.
Pese al acuerdo y el llamamiento a la calma hecho por Ban, la violencia continuaba hoy en diferentes localidades de la región occidental keniana, donde los enfrentamientos étnicos se han sumado a los choques por razones políticas.
Una decena de personas, incluido un agente de la policía, murieron en el distrito de Nyamira, en la provincia de Nyanza, donde grupos tribales rivales se enfrentaron con armas de fuego, machetes y lanzas y también incendiaron numerosas viviendas, señalaron portavoces policiales.
Según las fuentes, también se registraron enfrentamientos entre los partidarios del presidente keniano, Mwai Kibaki, y los del líder del ODM, Raila Odinga, en la localidad de Kisii, en la región central del país, donde más de cincuenta casas fueron pasto de las llamas en incendios provocados.
Nada más llegar a Nairobi, Ban expresó todo su apoyo a Kofi Annan, y comentó que "son los líderes políticos los que tienen el deber de poner fin a una situación que está deteriorando la imagen de Kenia en el extranjero y perjudicando su economía".
El desplazamiento de unas 300.000 personas también fue analizado por el Secretario General de la ONU, que aseguró que "los actos violentos dificultan la tarea de ayuda a los más necesitados, por lo que el Gobierno tiene que garantizar la seguridad interna".
Ban se negó, sin embargo, a entrar en la polémica sobre la legitimidad de Kibaki y su administración, origen de la crisis política que degeneró en violencia tribal tras las elecciones generales del pasado 27 de diciembre, denunciadas como fraudulentas por la oposición.
La crisis que estalló a raíz de esos comicios ha causado más de 800 muertos y casi 300.000 desplazados, tanto por las protestas callejeras como por las luchas tribales que surgieron al calor de las rivalidades políticas.
El Secretario General de la ONU, que llegó por la mañana procedente de Etiopía, donde asistió a la cumbre de Jefes de Estado de la Unión Africana (UA), se entrevistó primero con Annan antes de hacer lo propio con los equipos negociadores.
"Tenéis el futuro en vuestras manos, os deseo lo mejor, buena suerte y coraje", dijo Ban a la ministra de Justicia keniana, Martha Karua, y al número dos del ODM, Musalia Mudavadi, integrantes, respectivamente, de los equipos de negociación del Gobierno y la oposición, que lo acompañaron en una rueda de prensa a la puerta del hotel.
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