Este artículo se publicó hace 13 años.
El Gobierno exigirá en un mes la conversión de cajas en bancos
La inminencia y mayor dureza de las pruebas de estrés a las entidades obliga a recapitalizar al sector de inmediato y la única vía es su transformación para que puedan vender sus acciones
El sector español de cajas de ahorros ha vivido profundos cambios en los últimos seis meses, pero no es nada comparado con la transformación y reestructuración radical que está a punto de sufrir. En menos de un mes, el Gobierno, con el empuje y aquiescencia del Banco de España, tiene previsto aprobar su conversión total e inmediata en bancos. Si no hay ningún vuelco de última hora, la figura de las cajas como existe en estos momentos pasará a la historia antes de que llegue el verano (tardarán unos meses en acometer el proceso completamente).
Con su estructura actual, no pueden acceder al capital que necesitan la mayoría de ellas para aprobar los próximos test de estrés (que serán mucho más duros que los anteriores) y necesitan reconvertirse en algo que los inversores internacionales comprendan: un banco como los de toda la vida. Sólo así y probablemente después de que varias de ellas (incluso algún banco) reciban nuevos fondos públicos que eleven su solvencia, conseguirán atraer fondos de inversores privados y podrán continuar su camino sin respiración asistida con la misma tranquilidad que tenían antes de la crisis, aseguran fuentes del sector financiero.
Rubalcaba:« No tardaremos mucho en presentar el nuevo plan»
El gran debate que se ha planteado en las últimas semanas en el Gobierno, el Banco de España y las cajas es si este proceso debe hacerse con cambios normativos de por medio o solo con la exigencia del supervisor sería suficiente. Ya está prácticamente decidido que será por la vía legal porque hay mucha prisa y ya no se puede esperar a convencerlas. No obstante,el contenido definitivo sigue en el aire.
El vicepresidente primero del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, confirmó este viernes que en el Consejo de Ministros se trató esta reforma. "El Gobierno está preparando un plan que permita acelerar el proceso de reestructuración de nuestro sistema financiero, singularmente de las cajas de ahorro". Ese plan, que no tardará mucho en presentar, detalló, "se está elaborando en contacto con el sector". Los tres actores son: la CECA (patronal), que ya esta semana denunció presiones para hacer la reforma; el Ministerio de Economía, y el Banco de España. El objetivo es "reforzar la solvencia y la credibilidad de nuestras cajas de ahorro", dijo Rubalcaba, quien explicó que la situación actual "llama inevitablemente a la capitalización, a la búsqueda de capital", informa Carolina Martín.
Varias cajas se han convertido ya en bancos al acometer las fusiones frías, pero lo que se pretende es que lo hagan todas (incluso las que no han acometido integraciones) y de forma total, ya que la mayoría (salvo Mare Nostrum y la fusión de la CAM y Cajastur) no han traspasado todos sus activos al banco, con lo que siguen operando al tiempo como cajas. La idea que tiene más posibilidades de salir adelante es que se imponga que las cajas se conviertan en bancos y que su propietario sea una fundación que se encargue a la vez de la obra social. Esos bancos podrían vender parte de sus acciones y así podrían conseguir el capital que necesitan para elevar su solvencia. Inicialmente no se descarta que el fondo de rescate público (Frob) se quede con parte de las acciones para inyectarles capital, pero con el objetivo de traspasárselas después a inversores privados cuando haya pasado la tormenta.
La intención es que cada caja cree una fundación para la obra social
Una de las razones por las que se quiere convertir a las cajas en bancos es para incitarles a salir a bolsa, con lo que se les obliga a gestionarse de una manera absolutamente profesional y alejada de las indicaciones políticas, ya que será el mercado el que las valore.
Oposición de las CC.AA.Un proceso tan trascendental como la conversión en bancos es ya de por sí espinoso, pero en este caso lo es mucho más porque contará con toda seguridad con la oposición de las comunidades autónomas, que actualmente tienen control sobre las cajas, pero no lo tendrían sobre los bancos. Su única posibilidad es ejercer su autoridad sobre las fundaciones que a su vez controlarán a los bancos. De hecho, ese es uno de los miedos a la hora de abordar esta normativa, que las cajas pasen de estar dominadas por comunidades, ayuntamientos, impositores, trabajadores y demás representantes sociales a quedar única y exclusivamente en manos de los gobiernos regionales, que podrían nombrar a la mayoría de los miembros del consejo de administración.
La salida a bolsa es uno de los primeros retos tras la transformación
A las reticencias que ya ha mostrado alguna comunidad, este viernes se unieron las de CCOO, que no cree acertado hacer cambios en la ley de cajas cuando estamos en pleno proceso de reestructuración.
La agencia de calificación de riesgos Fitch alertó de que si el proceso de recapitalización de cajas cuesta mucho dinero al Estado podría sufrir una rebaja de su calificación.
Dentro del proceso de intentar elevar la solvencia, Catalunya Caixa pidió a la plantilla una reducción del sueldo del 5%.
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