Este artículo se publicó hace 13 años.
El Gobierno acusa al PP de lanzar "basura" para tapar su corrupción
Rubalcaba pregunta cuántos empleos se crearían con lo "robado" por la trama a las arcas públicas para responder a la ofensiva conservadora
"No me parece edificante que en esta Cámara utilicemos el sufrimiento de la gente para lanzar basura de un lado a otro del hemiciclo", protestó el número dos del Ejecutivo desde su escaño frente al ventilador disparado por el PP en la sesión de control al Gobierno.
Convertido en objetivo preferente del ariete conservador, Alfredo Pérez Rubalcaba respondía así a la portavoz del PP, Soraya Sáenz de Santamaría, vanguardia de la ofensiva desplegada contra el Ejecutivo a cuenta de los casos Faisán, Matsa, las prejubilaciones falsas de Andalucía y las presuntas irregularidades detectadas en Melilla en el voto por correo en 2008. Con la defensa del papel de los autónomos como excusa, Sáenz de Santamaría abrió fuego con una frase que encendió el fuego del debate: "En Andalucía, si eres socialista, cobras la jubilación aunque nunca hayas trabajado (...). La Junta tarda 300 días en pagar a los autónomos, porque para ellos no hay fondos, los reservan los amigos del señor Chaves para los reptiles".
Sáenz de Santamaría: "En Andalucía, si eres socialista, cobras la pensión sin trabajar"
Marcaba el camino que seguiría el resto de la bancada conservadora, ajena al cortafuegos dispuesto por Rubal-caba. "Trae el asunto de los ERE de Andalucía y hace una comparación que me parece ruin", prologó el vicepresidente. "Cuando la escuchaba se me ocurría una respuesta inmediata: coger los cientos de millones de euros de la trama Gürtel, dividir por el salario mínimo y saber el número de desempleados que podríamos haber contratado en España si la gente de su partido no hubiera, presuntamente, robado". Resultan ser 13.363 parados (ver recuadro).
Desviado definitivamente el tiro, Rubalcaba lamentó el giro y entró al fondo de su argumentación: "Los parados, los autónomos, las clases medias, no se merecen ese debate que usted pretende. No voy a consentir que trate de manchar la acción de mi Gobierno. No me refiero a criticar, que es legítimo; me refiero a manchar y a ensuciar", rebatió. "Eso no se lo voy a consentir, ni a usted, ni a nadie de su partido", zanjó Rubalcaba.
Primer asalto. La enésima pregunta sobre el caso Faisán sería el segundo. Sin novedad en la respuesta evasiva del vicepresidente, Ignacio Gil Lázaro tampoco abundó en ideas originales y describió a un ministro del Interior "contra las cuerdas". "El caso Faisán es ya su tumba política", sentenció el diputado del PP, tras hermanar a Rubalcaba y Zapatero como "la equis" del presunto chivatazo a ETA.
"No consiento que ensucie la acción de mi Gobierno", replica Rubalcaba
"Escándalo y trapicheo"Las prejubilaciones irregulares detectadas en Andalucía y el caso Matsa regresaron en la munición del PP acto seguido con el vicepresidente tercero, Manuel Chaves, en la diana. "¡Qué escándalo, favoritismo y trapicheo entre socialistas! Va a pasar a la historia como el presidente del paro, de la subvención a sus familiares y del reparto a dedo de prejubilaciones entre compañeros socialistas. Al menos tenga la decencia de dimitir", clamó la conservadora Fátima Báñez.
"Si alguien ha metido la mano, ha incumplido las leyes o cometido un delito, que todo el peso de la Justicia caiga sobre él, sea quien sea", replicó Chaves. "La diferencia es que nosotros denunciamos a los corruptos ante la Justicia y ustedes denuncian a la Justicia, a los fiscales y a los jueces por investigar, precisamente, a los corruptos", remató el responsable de Política Territorial del Gobierno.
Dos preguntas más del PP, dirigidas al titular de Trabajo, mantendrían viva la trama en su duelo semanal con el Gobierno. "¿Va a seguir callado o va a intentar establecer la legalidad desde su Ministerio", interpeló Ricardo Tarno a Valeriano Gómez. "¿De verdad cree que su Ministerio ha aplicado todos los controles de inspección necesarios?", planteó Juan Manuel Moreno desde las filas conservadoras.
La respuesta a los dos se sustanció en una idea: "La competencia para este asunto corresponde a la autoridad laboral andaluza. Es así desde hace más de un cuarto de siglo, desde 1984 (...). No trate de traer responsabilidades al ámbito del Ministerio porque no lo son en ninguna medida".
El titular de Fomento, José Blanco, lidió con el último asunto aireado ayer por el PP en el Congreso, a cuenta de las presuntas irregularidades que investiga la Justicia en el voto por correo en Melilla en las últimas generales. "Hay 28 dirigentes socialistas imputados por hacer trampas en las generales y ese es un escándalo del que usted es responsable", cargó el diputado conservador Rafael Hernando. "No nos cuente películas", replicó Blanco, que devolvió las sospechas a "miembros del Gobierno de Melilla" del PP, a quienes instó a dar explicaciones "para desmontar la trama que acaban de montar".
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