Este artículo se publicó hace 16 años.
Los fuegos del Apóstol sobreviven a la lluvia con un espectáculo de éxito rotundo
Otro año más la santiaguesa plaza de o Obradoiro vibró con el gran espectáculo de quema de la fachada de la catedral a la que asistieron unas 20.000 personas que llenaron la mítica plaza y que abre la festividad del día grande de la ciudad.
Durante toda la tarde no paró de llover pero minutos antes de comenzar los fuegos el agua cesó dando paso a los fuegos, espectáculo que se prolongó durante 34 minutos con desarrollo innovador y en donde los principales atractivos fueron un láser utilizado como proyección y una fuente cibernética de 22 metros y 20.000 litros de agua, con luces que iban cambiando de color.
Media hora antes de empezar el espectáculo el Obradoiro se encontraba lleno, mucha gente y muchos empujones para hacerse con los mejores sitios, pero también mucha ilusión tanto por los que veían los fuegos por primera vez como por los que repetían.
La multitud gritaba, cantaba, hacia la ola. El ambiente que se respiraba era de auténtica fiesta en lo que al principio comenzó siendo un mar de paraguas y chubasqueros.
A las 23.30 comenzó la acción, las luces se apagaron y una música relajante acompañada del efecto sonoro que simulaba el trino de pájaros invadió los oídos de los presentes.
"¡Arrancamos!" gritó uno de los técnicos encargado de la pirotecnia, y tras unos minutos de proyecciones estallaron los primeros fuegos y con ellos la fuente se puso en funcionamiento.
La música celta armonizó la velada mientras que las imágenes proyectadas hicieron referencia al desarrollo sostenible, a la biodiversidad y a diversos aspectos de la cultura gallega, para acabar haciendo alusión al camino de Santiago.
En total se han utilizado 1.150 kilos de material pirotécnico, de los cuales el 92% se situó en la zona de Xoan XXIII para evitar cualquier tipo de daños.
Los fuegos, junto a la música y al "componente audiovisual" ofrecieron tal y como prometió Ricasa, empresa organizadora, "un espectáculo multimedia conjunto" de gran "impacto visual".
A las 24.00 el Obradoiro estalló en una combinación de luces y sonido, la traca final dio paso al desenlace de este compendio de magia y technicolor.
Al término mucha gente todavía ignoraba que este puede ser uno de los últimos espectáculos pirotécnicos realizados en la catedral.
Patrimonio ha impuesto diversas directrices para garantizar la seguridad de la fachada gótica que año tras año se ha ido deteriorando, ante lo que el alcalde de Santiago, Xose A. Sánchez Bugallo, responde que "mientras se pueda no se desplazará el espectáculo".
Patrimonio realizará un test tras el espectáculo de esta noche para medir el impacto del espectáculo en la fachada de la catedral.
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