Este artículo se publicó hace 15 años.
La Fórmula Uno sabrá este viernes los que será el próximo año
La Fórmula Uno vivirá esta semana otro momento determinante para su futuro, después de que concluyera el GP de Turquía con otro recital de Jenson Button (Brawn GP), ya que la Federación Internacional del Automóvil (FIA) debe dar a conocer este viernes la lista de equipos que participarán el año que viene en el mundial.
La acción administrativa no tendría mayor relevancia, si no fuese porque dependiendo de qué postura adopte el presidente de la FIA, el británico Max Mosley, podría originarse un cisma nunca visto en el motor, debido a que las ocho escuderías que integran la Asociación de Equipos de la Fórmula Uno (FOTA), pueden romper con el máximo organismo si éste mantiene su posición inflexible de confeccionar para el año que viene un campeonato con los presupuestos limitados a 45 millones de euros.
Después de un fin de semana en Turquía presidido por la monotonía de un mundial dominado por completo por el británico Jenson Button, tras ganar la sexta carrera, de la siete disputadas, la Fórmula Uno regresa a uno de los ámbitos de máxima actividad en estos años: los despachos.
En ellos, Max Mosley, tiene en sus manos la forma en cómo se desencallará el problema que tiene enfrentados a las escuderías con su organización; si resuelve plegarse a las exigencias de los equipos, es decir, que el descenso en los presupuestos sea paulatino hasta el 2012, el año que viene la Fórmula Uno volverá a contar con los Ferrari, McLaren, Renault y compañía.
En el caso de que Mosley defienda hasta el final sus tesis, lo mas probable, la nueva Fórmula Uno contará con Williams y Force India, que han sido las dos escuderías que se han apartado de la corriente de la FOTA, y nuevos equipos surgidos de las candidaturas que estos han presentado a la FIA animados por Mosley por las ventajas económicas que les ha prometido, incluidas las de Bernie Ecclestone, poseedor de los derechos comerciales, como por ejemplo el adelanto de derechos televisivos.
En este nuevo episodio en la Fórmula Uno, de cumplirse los planes de Mosley, los equipos no superarán un presupuesto de 45 millones de euros, aunque tendrán ventajas técnicas no tan restringidas como ahora.
En cambio, los ocho equipos que automáticamente abandonarían la Fórmula Uno (McLaren, Ferrari, Renault, Toro Rosso, Red Bull, Brawn GP, Toyota y BMW), que se reunieron ayer en el circuito de Estambul para trazar una estrategia conjunta, tienen previsto iniciar juntos una competición paralela.
En esta aventura, la FOTA tiene una idea de lanzar un campeonato paralelo en el que los equipos tendrían tres coches en la parrilla, hecho que podría beneficiar a muchos pilotos probadores, como Pedro Martínez de la Rosa, para optar de una vez por todas a un volante de McLaren.
En el caso de Ferrari, la opción de Marc Gené sería bastante inviable, en la medida que es más que un rumor que Fernando Alonso, estará el año en la 'Scuderia', que contará como patrocinador al Banco Santander.
Mientras que en esta opción dos españoles podrían estar en la parrilla del campeonato paralelo, los circuitos que ahora albergan la Fórmula Uno se encontrarían en una situación complicada, debido a que todos ellos, excepto Mónaco, tienen un contrato de exclusividad para albergar la competición de la FIA. Por este motivo, Montmeló no podría ver el año que viene a los Renault y Ferrari, pero sí el circuito de Cheste o el Jerez, como potenciales destinos de la nueva competición.
El próximo viernes debería quedar resuelto este conflicto entre la FIA y la FOTA, que lleva latente desde hace meses, aunque ha sido en las últimas semanas cuando más intensidad ha cobrado, a la espera de que quede resuelto uno de los contenciosos que más tensión ha generado en el circo de la Fórmula Uno y que ha afectado a todos los actores.
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