Este artículo se publicó hace 15 años.
Filadelfia celebra el festival de la glotonería
A las cinco de la madrugada de una gélida mañana de enero más de 15.000 habitantes de Filadelfia se congregaron el viernes en el estadio deportivo para asistir como testigos al festival anual de la glotonería y lascivia de la ciudad.
Es la Wing Bowl, una extravagante competición gastronómica en la que 27 hombres intentan comer el mayor número de alitas de pollo en 30 minutos.
Alrededor de ellos se aglutinan una legión de jóvenes chicas en bikini, denominadas "Wingettes", y una vociferante multitud que ha estado en vela gran parte de la noche para asistir al espectáculo.
Jonathon Squibb, un joven informático de 23 años de Berlín, Nueva Jersey, ganó la competición y un coche Mini Cooper de 30.000 dólares (unos 23.500 euros) después de comerse 203 alas de pollo sin ponerse malo.
Squibb, que no era conocido en el circuito de los torneos de comida, derrotó a participantes más famosos, incluido el favorito "Damaging Doug" Canavin de Filadelfia.
La Wing Bowl, que se retransmite en directo por una cadena de radio deportiva WIP que la patrocina, se ha convertido en el mayor acontecimiento de Filadelfia el viernes anterior a la Super Bowl, la famosa final de fútbol americano.
Empezó en 1993 como una consolación para los aficionados del equipo de fútbol Philadelphia Eagles que no solía conseguir, como ha ocurrido este año, clasificarse para el campeonato nacional.
Los organizadores no se explican por qué miles de personas aguantan temperaturas glaciales para asistir a la Wing Bowl.
"Es difícil de entender, es imposible comprender", dijo Al Morganti, fundador del acontecimiento y co-anfitrión del espectáculo WIP.
Al menos parte del atractivo de la audiencia mayoritariamente masculina parece ser las Wingettes, que no necesitan mucho aliciente para mostrar partes de su anatomía mientras animan a su vez a la audiencia femenina a hacer lo mismo.
Este año, en un intento de hacer recuperar las raíces del festival, sólo se ha permitido participar a comilones amateurs.
Faith Casciano, de 55 años, madre del participante Michael Casciano, alias 'el hombre de las cavernas', apoya a su hijo por lealtad aunque no le gusta el torneo.
"La glotonería no es algo de lo que una madre deba estar orgullosa", dijo. "Preferiría que hiciera otras cosas con su vida, pero si esto le hace feliz...".
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