Este artículo se publicó hace 16 años.
Extremoduro reivindica su hegemonía en el rock español con un repaso de todos sus himnos
El grupo de rock extremeño Extremoduro, cabeza de cartel del Viña 2008, reivindicó su hegemonía en el rock nacional con un exhaustivo repaso de sus grandes éxitos que fueron coreados como himnos por un público totalmente entregado, tras cuatro años alejados de los escenarios.
La que debía ser la gira de presentación de su nuevo disco, anunciado con el título "La ley innata" y que aún no ha salido al mercado, se ha convertido más bien en un reencuentro con los casi 20 años de carrera que lleva a sus espaldas la banda liderada por Robe Iniesta.
Sin más concesiones ni adornos que un "Bona nit a tot el mon", Extremoduro despachó sus "hits" uno tras otro empezando por "Deltoya" y enlazando casi sin respiro otros clásicos como "So Payaso", "Jesucristo García", "Puta", "Autorretrato", "Deltoya", "Ama y ensancha el ama", "Salir", "Canciones prohibidas, o "La vereda de la puerta de atrás".
Estos últimos cuatro años de "reflexión" y de "retiro" por parte Robe y su banda les han hecho volver a los escenarios a cobrarse lo que es suyo, reivindicar su liderazgo en el panorama del rock nacional y reencontrarse con un público que quizá no había tenido más remedio que buscar otras referencias para aliviar su ausencia.
A pesar de lo complicado que resulta encontrar un sonido brillante en este tipo de festivales, dado que los conciertos se suceden y no se pueden realizar todas las pruebas que los intérpretes quisieran, Extremoduro consiguió reproducir de forma impecable su propia identidad y atmósfera.
No hicieron falta comentarios, agradecimientos ni otro tipo de aliños, bastaron los primeros acordes de cada tema para soliviantar a un enfervorecido público que coreó los temas de principio a fin y al que el pase supo a poco, a pesar de las casi dos horas de duración.
El guitarrista Iñaki Antón, conocido como "Uoho", puso la guinda a esta concierto de Paiporta, especialmente en el cierre del mismo, cuando se "batió en duelo" con el batería, José Ignacio Cantera.
El punto álgido de la primera jornada del festival Arte Nativo Viña 2008 dejó paso al rock canalla de Los Delinqüentes, una banda a medio camino entre la chirigota, la rumba y el pop más insolente e incendiario cuyos temas también fueron coreados a la perfección por la gran mayoría del público.
Tras la actuación de Extremoduro, el festivo repertorio que ofrecieron Los Delinqüentes fue lo más seguido por los asistentes a este festival, que encontraron en la actuación de los gaditanos una excelente oportunidad de entregarse al baile.
Otro de los atractivos de esta sesión inaugural, también con aires flamencos, fue la actuación de La Excepción, uno de los grupos revelación de los últimos años que ha irrumpido con más fuerza en los carteles de los principales festivales nacionales.
El "Langui" y el "Gitano Antón" no defraudaron con sus letras burlescas y sus chistes, a pesar de tocar al mismo tiempo que Extremoduro.
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