Este artículo se publicó hace 14 años.
Evo Morales inicia un desafiante segundo mandato en Bolivia
El presidente de Bolivia, Evo Morales, asumirá a partir del jueves su segundo mandato consecutivo, en el que afrontará el desafío de atraer inversiones mientras profundiza su "revolución" indigenista y socialista.
un duro "antiimperialista", como su aliado venezolano Hugo Chávez, y a la vez admirador del pragmático brasileño Luiz Inácio Lula da Silva - encarará la segunda etapa de su Gobierno con un poder político sin precedentes, casi sin oposición.
"El reto (de Morales) es cambiar el discurso duro. Y en economía va a tener que ser pragmático, porque la falta de inversiones le va a traer días sombríos", dijo el analista Carlos Toranzo.
Morales, quien puso fin a años de inestabilidad política y gobiernos neoliberales, abrió las puertas del poder a la mayoría indígena, históricamente relegada, y logró acelerar el crecimiento económico pese a la crisis mundial, para sacar al país del fondo de las estadísticas sudamericanas.
Esto explicó en parte su reelección por una abrumadora mayoría en diciembre, en unos comicios que le dieron también mayoría calificada de dos tercios en las dos cámaras legislativas, con lo que podría gobernar hasta 2015 sin el bloqueo que la oposición mantuvo los últimos cuatro años en el Senado.
"Ahora Evo ya no tiene pretextos, ha arrinconado a los opositores. Si no cumple sus promesas no podrá echarle la culpa a la oposición, como pasó en su primer Gobierno", dijo Ernesto Yucra, un pequeño comerciante del centro de La Paz.
REFUNDACIÓN, INVERSIONES
nuevo nombre del Congreso - varias leyes para recomponer los poderes judicial y electoral con participación indígena y poner en plena vigencia las autonomías.
Estos serán pasos clave de la "refundación" de Bolivia iniciada hace un año con la entrada en vigor de una nueva Constitución "plurinacional" y socialista, que posibilitó al también líder cocalero convertirse en el primer presidente reelecto en casi medio siglo.
Pero si la refundación institucional parece ahora relativamente fácil, el desarrollo económico del país de diez millones de habitantes, la mayoría pobres, seguirá siendo una tarea con grandes dificultades.
"Tenemos el desafío de acelerar el crecimiento con muchas mas inversiones a partir de nuestro buen manejo macroeconómico de estos años", dijo la semana pasada Morales, admitiendo la caída de las inversiones extranjeras en su primer mandato, en parte como consecuencia de las nacionalizaciones.
Morales anunció un ambicioso plan de inversión de 11.292 millones de dólares (casi 8.000 millones de euros) en el próximo quinquenio para aumentar las reservas y las exportaciones de gas natural a Argentina y Brasil, el principal negocio externo del país.
Ha prometido también megaproyectos mineros, eléctricos y de infraestructura, y la industrialización de la mayor reserva mundial de litio, en el salar de Uyuni, confiando en que la estabilidad económica y las reservas récord de 8.700 millones de dólares le permitirán obtener créditos.
DOS POSESIONES
El presidente boliviano jurará el cargo el jueves en las ruinas de la ciudad preincaica de Tiwanacu, en una ceremonia en la que los pueblos indígenas bolivianos le renovarán su mandato como "Apu Mallku" (Gran Jefe) originario.
El Gobierno ha dicho que espera que al menos 50.000 personas, incluidas delegaciones extranjeras, llegarán a Tiwanacu, una ciudad del Altiplano a 70 kilómetros al sudoeste de La Paz.
El viernes, declarado fiesta nacional, se realizará la inauguración formal del segundo Gobierno de Morales en el palacio legislativo, con asistencia, entre otros invitados, de los presidentes de Chile, Ecuador y Venezuela, junto con el príncipe Felipe. Las celebraciones culminarán durante la noche con un festival folclórico en La Paz.
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