El Parlamento Europeo reclamó hoy que el derecho de luchar contra la piratería por mar y aire se extienda a las aguas jurisdiccionales de los países costeros del Golfo de Adén, siempre que éstos lo consientan, tal y como apoyan España y otros estados miembros.

La Eurocámara aprobó una resolución en la que solicita una "clara distinción" y "coordinación" entre la misión de seguridad y defensa de la Unión Europea, la operación estadounidense "Libertad duradera" y los navíos rusos que también van a colaborar en la lucha contra piratería en las inmediaciones de Somalia.

Asimismo, insta a que la operación europea "evite cualquier participación en el actual conflicto que se desarrolla en Somalia", inmersa en el caos político y en manos de un grupo de líderes tribales conocidos como "señores de la guerra", que se han dividido el país en zonas que controlan con la ayuda de milicias armadas.

Las tres misiones atribuidas a la Célula de Coordinación europea son proteger a los buques del Programa Alimentario Mundial, defender los intereses europeos en el Golfo de Adén y garantizar la seguridad de los buques de pesca comunitarios que faenan en esas aguas

Por su parte, la eurodiputada socialista española Rosa Miguélez ha instado a los socios europeos a "trabajar activamente para lograr cuanto antes una nueva resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas".

La actual, sobre la que se basa la operación naval europea para proteger a las embarcaciones en el Índico (EU NAVCO), expira el 2 de diciembre.

"Los pescadores comunitarios han sido y son uno de los objetivos principales de los piratas, y los eurodiputados señalamos nuevamente la urgencia de desarrollar un mecanismo de coordinación de la asistencia mutua que permita hacer frente a este tipo de delitos", afirma en un comunicado.

"Reclamamos, además, directrices claras para detener y enjuiciar a los piratas capturados, que deben pagar por sus delitos", ha declarado la eurodiputada y vicepresidenta de la comisión de Pesca de la Eurocámara.

Desde enero de 2008 unas sesenta embarcaciones han caído en manos de las bandas de piratas somalíes, que mantienen en su poder al menos una docena de barcos con unos cien tripulantes.