Este artículo se publicó hace 14 años.
Los etarras de la T-4, absueltos de intentar volar Azca
Los tres etarras condenados hace unos días a más de 1.000 años de prisión cada uno por el atentado contra el aeropuerto de Barajas que causó dos muertos fueron absueltos de la acusación de intentar atentar contra la zona de oficinas de Azca en Madrid.
Mattin Sarasola Yarzabal, Igor Portu Juanena y Mikel San Sebastian Gaztelumendi fueron condenados por la Audiencia Nacional por los delitos de pertenencia a banda armada y de tenencia de explosivos terrorista, y de un delito de tenencia de armas terrorista los dos primeros, a 17 años de prisión, y 16 para Gaztelumendi.
Pero la sección primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia les absuelve del delito de conspiración para realizar estragos terroristas, al considerar que solo llevaron a cabo una labor de información para la banda, y que "no consta que existiese una decisión de ejecutar ese hecho", según la sentencia.
"De los hechos probados no se desprende mas que una labor de información que llevan a cabo los acusados (...) a petición de la dirección de la banda, labor propia de su actuación como comando operativo de la organización", dijo la sentencia. "No habían recibido, al menos antes de su detención, la orden de llevarlo a cabo".
En el mismo juicio ha sido absuelto de todos los delitos Joseba Iturbide Otxoteko.
A finales de 2007, la jefatura de ETA hizo llegar a los tres instrucciones para que comprobasen el itinerario y la ubicación posible para colocar un coche bomba en la zona de Azca en Madrid, para lo que se desplazaron a la capital el 30 de noviembre, dejando el vehículo alquilado aparcado en el aparcamiento situado en la confluencia entre la calle Raimundo Fdez. Villaverde y el Paseo de la Castellana, relató la sentencia.
Después de inspeccionar la zona regresaron, devolviendo ese mismo día el vehículo que habían alquilado en Irún, añadió.
El 6 de enero de 2008, Portu y Sarasola fueron detenidos por la Guardia Civil en una zona en las inmediaciones de Mondragón tras recoger dos revólveres que habían sido robados por ETA en Francia en 2006. Un juzgado de San Sebastián está investigando la denuncia de malos tratos que efectuaron ambos conra los guardias civiles tras su arresto.
Igor Portu, Mattín Sarasola y Mikel San Sebastián fueron condenados hace unos días por la Audiencia a 20 años de prisión por un delito de estragos, a 60 años por dos delitos de asesinato y a 20 años por cada uno de los 48 asesinatos terroristas en grado de tentativa, por el atentado contra la Terminal 4 del aeropuerto madrileño de Barajas, en el que murieron dos personas y que supuso el fin efectivo de la tregua declarada por ETA unos meses antes.
Los tres etarras cumplirán una condena efectiva de 40 años de cárcel.
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