Este artículo se publicó hace 12 años.
Estudios vinculan lactancia con pulmones más fuertes y menos asma
Por Genevra Pittman
Dos estudios sugierenque los niños amamantados tendrían una mejor función pulmonar yun menor riesgo de ser asmáticos que los chicos alimentados confórmula.
"La evidencia indica que la lactancia aumenta la capacidadpulmonar, sin importar si la madre es o no asmática", dijo eldoctor Wilfried Karmaus, de la University of South Carolina, enEstados Unidos.
"Si aumenta el volumen pulmonar, disminuye el riesgo dedesarrollar asma. Es importante decirles aun a las mujeresasmáticas que amamanten a sus bebés", agregó.
En el estudio publicado en American Journal of Respiratoryand Critical Care Medicine, los autores siguieron a unos 1.500niños británicos desde el nacimiento hasta mediados de los años90.
Los padres respondieron cuestionarios sobre la lactanciamaterna, la exposición al humo de segunda mano en el hogar yotros factores de riesgo asociados con el asma. A los 14 años,el equipo les evaluó a los niños la función pulmonar y lesrealizó test de alergia.
El equipo de la doctora Claudia Kuehni, de la Universidad deBerna, en Suiza, halló que cuanto más prolongada había sido lalactancia materna, mejor era la velocidad de salida del aire delos pulmones en los niños.
En otras dos pruebas, que evaluaron la capacidad pulmonar deretener aire, la lactancia durante cuatro meses o más estuvoasociada con mejores resultados sólo en los hijos de mujeresasmáticas.
El equipo no observó que la mejor función pulmonar estuvieraasociada con la cantidad de infecciones respiratoriasinfantiles, que la lactancia ayuda a prevenir.
Los autores aseguraron que el refuerzo pulmonar atribuido ala lactancia no marcaría diferencia alguna en un niño sano, perodesde el punto de vista de la salud pública, significaría unaumento de la protección infantil contra los problemasrespiratorios.
Una limitación del estudio es que los autores sólo pudieronseguir desde el nacimiento a un tercio de los 4.000 niños queparticiparon en total.
En el segundo estudio, realizado en Nueva Zelanda, otroequipo controló a un grupo de bebés desde el nacimiento. A losseis años, los padres respondieron si a sus hijos alguna vez leshabían diagnosticado asma o si habían usado un inhalador o sihabían tenido sibilancias en el año anterior.
Con información de más de 1.000 niños, incluidos unos 200con asma en el último control, el equipo de Karen Silversdeterminó que por cada mes de lactancia materna exclusiva (sinfórmula agregada) disminuía un 9 por ciento el riesgo de que losniños desarrollaran asma, según publica en Journal of Pediatricsel equipo de la Universidad de Otago.
La Organización Mundial de la Salud recomienda la lactanciamaterna exclusiva durante por lo menos los seis primeros mesesde vida. Se puede continuar durante dos años o más.
La doctora Theresa Guilbert, neumonóloga pediátrica de laFacultad de Medicina y Salud Pública de la University ofWisconsin, dijo que a pesar de los nuevos resultados, todavía sedebate si las madres asmáticas pueden o no transmitirles elriesgo a sus bebés a través de la lactancia.
Guilbert sostuvo que ninguno de los estudios pudo probar unarelación causa-efecto en alguno de esos casos.
"Todavía, ninguna (prueba) es lo suficientemente sólida comopara decirles a las mujeres que dejen de amamantar (...) porquelos bebés necesitan recibir el resto de los beneficiosfundamentales de la lactancia", finalizó.
FUENTES: American Journal of Respiratory and Critical CareMedicine, online 3 de febrero del 2012; y Journal of Pediatrics,online 29 de enero del 2012
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