Este artículo se publicó hace 12 años.
Estudio sugiere que se realizarían demasiadas angioplastias
Por Kerry Grens
Un estudio realizado enEstados Unidos revela que uno de cada siete pacientes tratadoscon una angioplastia programada para eliminar una obstrucción enlas arterias cardíacas no reunía los criterios para realizar lacirugía.
Los investigadores señalaron que, de acuerdo con las guías,la indicación sería incierta en la mitad de los pacientes.
"Los pacientes deben saber que a veces se les indicanservicios que no necesitan y que podrían mejorar con opcionesmenos invasivas, como los medicamentos", dijo el autorprincipal, Edward Hannan, de la University at Albany.
La Asociación Estadounidense del Corazón, el ColegioEstadounidense de Cardiología y otras organizacionesprofesionales publicaron guías para ayudar a los médicos adeterminar qué pacientes son buenos candidatos para lacolocación de un stent, según los síntomas y los exámenescardíacos, por ejemplo.
El procedimiento casi siempre se recomienda para lospacientes con dolor torácico grave o que tuvieron un infarto.Pero fuera de esas emergencias, el mejor enfoque suele incluirel uso de fármacos, como los anticoagulantes y las estatinas.
Hannan comentó que una angioplastia cuesta unos 12.000 a15.000 dólares, mientras que los fármacos no superan los varioscientos de dólares por año. Muchos pacientes tratados con unacirugía cardíaca también necesitan medicamentos.
El equipo de Hannan reunió datos de 58 hospitales del estadode Nueva York. Apenas el 36 por ciento de más de 24.000pacientes tratados con una angioplastia entre el 2009 y el 2010reunía los criterios clínicos para el procedimiento.
Casi la mitad de los pacientes eran candidatos inciertos, esdecir que los médicos no contaban con evidencia sólida paradecidir si la mejor opción eran los medicamentos o un stent.
El 14 por ciento de los pacientes no necesitaba unaangioplastia, según publica el equipo en Journal of the AmericanCollege of Cardiology.
En otras palabras, los síntomas y los resultados clínicos delos pacientes no mostraban que la colocación de un stentmejoraría su calidad de vida o les prolongaría la vida, explicóel doctor John Spertus, profesor de la University of Missouri,en Kansas, quien ayudó a redactar los criterios de selección decandidatos.
"Usamos una analogía con una tubería tapada. Uno pensaríaque si elimina la obstrucción, mejoraría el flujo. Pero estudiosdemuestran que eso no le prolonga la vida (a los pacientes), y,sin los síntomas, no hará que se sientan mejor", indicó Spertus,que no participó del estudio.
Hannan consideró que los cardiólogos tendrían un papelimportante en este uso excesivo. El mismo médico que determinael alcance de la enfermedad cardíaca es el que eliminará laobstrucción arterial, de modo que "ese profesional estáderivando (al paciente) a sí mismo".
El autor consideró que se necesitan más estudios sobre losescenarios en los que los pacientes se beneficiarían con unaangioplastia, comparado con los medicamentos, dada la cantidadde pacientes en los que posiblemente el procedimiento no losbeneficie.
FUENTE: Journal of the American College of Cardiology,online 14 de mayo del 2012
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