Este artículo se publicó hace 13 años.
Estudio liga betabloqueantes con supervivencia en cáncer mamario
Por Frederik Joelving
Las mujeres con cáncer demama que utilizan un grupo común de antihipertensivos tendríanmás posibilidad de sobrevivir a la enfermedad, según dosestudios preliminares.
En uno de los estudios, las usuarias de betabloqueantesvivieron por más tiempo sin reaparición del tumor que el grupotratado sin esos fármacos.
En la otra investigación, las pacientes que consumían esosmedicamentos fueron menos propensas a que se les diagnosticaraun cáncer mamario agresivo o a morir por esa causa.
Aun así, el equipo aclara: "Observamos una asociación. Hayque probar si son la causa", dijo la doctora AmalMelhem-Bertrandt, coautora de uno de los estudios.
"Es muy promisorio y alentador, pero todavía debemos hacermás estudios", añadió.
Los betabloqueantes reducen el efecto de las hormonas delestrés, como la adrenalina y la noradrenalina, y se utilizanpara tratar la hipertensión. Los oncólogos comenzaron aprestarles atención después de que ensayos con animalesrevelaran que las respuestas al estrés están asociadas con elcrecimiento tumoral.
"Quisimos comprobar si al inhibir uno de los brazos de larespuesta al estrés, controlaríamos el cáncer de mama", dijoMelhem-Bertrandt.
Entonces, con su equipo buscó las historias clínicas de másde 1.400 mujeres tratadas por cáncer mamario con quimioterapiay cirugía en el Centro del Cáncer M.D. Anderson, en Houston. El7 por ciento tomaba también betabloqueantes.
Los médicos que habían analizado los tumores después de lacirugía no hallaron diferencias entre las mujeres que usaban ono betabloqueantes (principalmente, metoprolol y atenolol).
Pero las usuarias de esos fármacos evolucionaron mejor.
A los tres años, el 87 por ciento seguía con vida y sincáncer, comparado con el 77 por ciento de las que no lostomaban, aun tras considerar las edades, los estadiostumorales, la diabetes y otros factores que pueden influir enel crecimiento tumoral.
Y los resultados fueron aun más sorprendentes en lasmujeres con cáncer mamario triple negativo, que no responde ala terapia hormonal.
"Los considerábamos remedios inocentes, pero parece quetienen efecto en el cáncer", dijo Melhem-Bertrandt.
Con todo, algunos factores ocultos, como el estilo de vidao las combinaciones farmacológicas en estas mujeres, podríanexplicar las diferencias.
Por lo tanto, es muy pronto como para hablar decausa-efecto, insistió Melhem-Bertrandt. Es más, su estudio nofue lo suficientemente grande como para demostrar un efectopotencial en la supervivencia general.
"Se necesitan estudios más grandes para conocer cómo losbetabloqueantes influyen en la evolución del cáncer", dijoSunil Shah, que participó en otro estudio realizado en el ReinoUnido.
"Pero, si los beneficios se confirman, serán importantespara un subgrupo de mujeres con cáncer mamario porque losbetabloqueantes son relativamente seguros y económicos", agregóShah, de la St George's University, en Londres. Es que esosfármacos cuestan menos de 10 dólares por mes.
El segundo estudio, publicado junto con el deMelhem-Bertrandt en Journal of Clinical Oncology, revisó datosde un registro oncológico y una base de datos de farmacias deIrlanda.
Las mujeres con cáncer mamario que tomaban unbetabloqueante llamado propranolol eran mucho menos propensas aque se les diagnosticara cáncer avanzado que otro grupo muysimilar, pero que no tomaba ese medicamento, escribe el equipodel doctor Thomas Barron, del Centro de Ciencias de la SaludTrinity en Dublín, Irlanda.
Además, a los cinco años, el 9 por ciento había fallecidopor la enfermedad, comparado con el 27 por ciento del grupocontrol.
Esa diferencia no se registró con el uso de atenolol, loque contradice los resultados del equipo de Melhem-Bertrandt ysugiere que no todos los betabloqueantes actuarían de la mismamanera.
FUENTE: Journal of Clinical Oncology, online 31 de mayo del2011
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