Este artículo se publicó hace 13 años.
Estudio asocia el intervalo entre bebés con el riesgo de autismo
Por Genevra Pittman
Un nuevo estudio sugiere quelos niños que nacen uno o dos años después del hermano mayorserían más propensos a desarrollar autismo que aquellos conmayor diferencia de edad.
En un grupo de segundos hermanos cuyas madres habíanquedado embarazadas antes del año después de tener a su primerhijo, a 7,5 de cada 1.000 se les diagnosticó autismo.
Cuando las madres habían quedado embarazadas tres años omás después de tener a su primer hijo, el diagnóstico lorecibieron 2,5 de cada 1.000 de los hermanos menores.
Los autores del estudio publicado en la revista Pediatricsignoran si los hermanos menores de pares con poca diferencia deedad son realmente más propensos a desarrollar autismo.
Podría ser que los padres reconozcan más fácilmente lasseñales de alarma del trastorno cuando ya vieron a otro niñopasar por las etapas del desarrollo.
"No existe una explicación posible, como es la de laexistencia de un factor biológico", como los niveles denutrientes maternos o el estrés, para el aumento del riesgo dedesarrollar autismo en el segundo hijo con poca diferencia deedad con el hermano mayor, dijo Keely Cheslack-Postava, de laColumbia University.
Según los Centros para el Control y la Prevención deEnfermedades, menos del 1 por ciento de los niños de EstadosUnidos tienen autismo.
El equipo de Cheslack-Postava utilizó los registros denacimiento de California para identificar pares de hermanosnacidos entre 1992 y el 2002. Al combinar esos datos con losdiagnósticos de autismo notificados al Departamento deServicios del Desarrollo de California, los autores pudieronconocer en qué pares de hermanos había uno, dos o ninguno conautismo.
De más de 600.000 pares de hermanos, en los que el hermanomayor no tenía autismo, unos 3.000 hermanos menores teníandiagnóstico del trastorno.
Tras considerar ciertas características que modificarían elriesgo de autismo, como la edad y la etnia de la madre o elsexo y el año de nacimiento de los niños, la diferencia de edady la tasa de autismo se mantuvieron.
El estudio no prueba que reducir el intervalo entre hijoscause autismo en el segundo hijo. Cheslack-Postava dijo que haymuchas formas de explicar la relación, pero que "no puedeespecular cuál es la más adecuada".
Una de esas explicaciones es que las mujeres que quedanembarazadas rápido después del nacimiento de su primer hijotienen bajos niveles de ciertos nutrientes, como hierro yfolato, o que sus cuerpos siguen bajo el estrés del primerembarazo, lo que afecta el desarrollo del segundo bebé.
Los próximos estudios deberán analizar con más detalleciertos factores que podrían explicar la relación entre elintervalo entre embarazos y el riesgo de desarrollar autismo,opinó Cheslack-Postava.
Por ahora, indicó, es muy pronto para darles consejos a lospadres sobre cómo organizar sus familias si están tratando deminimizar la posibilidad de que un bebé tenga autismo.
FUENTE: Pediatrics, online 10 de enero del 2011
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