Este artículo se publicó hace 15 años.
"Eres tú la que te vas enseñando día a día"
Manoli lleva 18 años cuidando de su hijo Manuel, con una minusvalía psíquica del 89%. Su aprendizaje en el cuidado de un dependiente ha sido autodidacta
"Tener paciencia, no perder los nervios, dar mucho cariño, ser positiva". Así resume Manoli Bravo, de 55 años, las claves para cuidar día y noche a una persona dependiente. Ella lo sabe bien. Desde que nació su hijo Manuel, hace 18 años, Manoli se ha convertido en su sombra.
El chico tiene un 89% de minusvalía psíquica. Manoli no ha podido tener un empleo por estar a todas horas con él. Antes de quedarse embarazada trabajó cuidando niños y como ayudante de cocina. Tiene otro hijo adolescente, Alberto, con retrasos en el lenguaje y la motricidad.
"Estoy todo el día con Manuel, le levanto, le ducho, le bajo a la calle...", explica esta mujer, a la que le da mucho coraje cuando escucha a alguien decir que el trabajo en casa no es trabajo. "¡Claro que es un trabajo y supone mucha experiencia laboral!", señala encendida. Y valora de manera muy positiva el hecho de que pueda acreditar sus horas como cuidadora para conseguir un título de Formación Profesional. "Me parece una buena idea, los que cuidamos a personas dependientes tenemos una profesión como el resto", reflexiona.
Silla de ruedasManoli también cambia el pañal a su hijo o le sube y le baja a la silla de ruedas. "En el colegio especial donde va mi hijo me enseñaron cómo cogerle y manejarle", afirma, "aunque eres tú la que te vas enseñando día a día".
Su marido se ha quedado recientemente en paro y ella, si consigue un par de horas libres, las dedica a trabajar limpiando alguna casa.
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