Este artículo se publicó hace 15 años.
La energía "verde" costará más al consumidor, dice el presidente de Iberdrola
Las facturas que pagan los consumidores por la energía tendrán que subir para que las empresas del sector hagan las inversiones necesarias para reducir las emisiones de CO2, según el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán.
El presidente de la mayor empresa europea generadora de energía eólica y la segunda en EEUU a través de su filial Iberdrola Renovables afirma en declaraciones que publica hoy el diario británico Financial Times que los consumidores deberían "pagar más y consumir menos".
Sánchez Galán expresa al mismo tiempo su esperanza de que su empresa reciba 470 millones de dólares de financiación adicional para sus proyectos de energías renovables en Estados Unidos tras haber obtenido este año 600 millones, lo que la convierte en el mayor receptor de ese tipo de estímulos.
Sánchez Galán, que habló al periódico en los pasillos de la conferencia de Copenhague sobre el cambio climático, señala que la industria tendrá que hacer enormes inversiones para acometer los cambios que quieren los políticos.
Estos cambios incluyen el desarrollo de una generación de energía baja en CO2 como la eólica y la nuclear, así como de equipo técnico destinado a incrementar la eficiencia energética como redes y contadores inteligentes.
"Estas cosas cuestan dinero. ¿Qué precio tiene que tener la energía? El precio que permita transformar la combinación de las distintas energías en un país", señala el empresario español.
En el caso del Reino Unido, donde Iberdrola está también activa gracias a su adquisición en 2007 de la empresa Scottish Power, Sánchez Galán señala que hacen falta inversiones del orden de 220.000 millones de euros sólo en infraestructura.
"A menos que las empresas puedan esperar una rentabilidad adecuada, ningún banco va a invertir, y el país que sea va a tener problemas", advierte el empresario.
"En España estamos discutiendo las tarifas del próximo año y hablamos de un euro al mes por familia. ¿Qué significa eso?", se pregunta Sánchez Galán.
Iberdrola proyecta un gasto de entre 4.500 y 5.000 millones de euros el próximo año, más o menos lo mismo que este año, pero mucho menos que los 6.700 millones de euros del año pasado.
"Este año, nuestro principal objetivo era mantener la calificación (de riesgo) A, y para ello hemos tenido que ser muy estrictos en el mantenimiento de nuestros ratios de flujo de caja y de ebidta (ganancias antes de intereses, impuestos y amortizaciones) en relación con la deuda", explica.
El presidente de Iberdrola señala que su empresa ha dado, sin embargo, prioridad a las inversiones en energías renovables y que la crisis ha impactado en la construcción de centrales tradicionales de energías fósiles.
La inversión en parques eólicos va a continuar a un ritmo anual de entre 3.000 y 4.000 millones de euros, nivel que Iberdrola quiere seguir manteniendo hasta bien entrada la próxima década.
"Intentamos hacer todo lo posible por mantener nuestra solidez financiera en medio de la tormenta", afirma el empresario en referencia a la crisis actual.
Si la compañía puede superar la crisis con su apalancamiento financiero por debajo del 50 por ciento, con un ebidta que crece a un ritmo anual de entre un 3 y un 6 por ciento y beneficios netos al mismo nivel de en torno a 2.800 millones al año, manteniendo además su nivel de dividendos, "estaremos muy satisfechos", afirma.
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