Este artículo se publicó hace 14 años.
Emili Teixidor dice que "había fascismo catalán, si no, no los habríamos invitado"
Con la precisión y sencillez que caracteriza a su prosa, el escritor catalán Emili Teixidor ha desvelado en una entrevista con EFE el significado de "Els Convidats" (los huéspedes) que dan nombre a su nueva novela: "También había un fascismo catalán, si no, no los habríamos invitado".
Premio Nacional de Literatura catalana en 2004, Teixidor ha definido su última obra, editada por Columna, como "una especie de metáfora para decir que en Cataluña tenemos la idea de que todo vino de fuera y el fascismo es una cosa ajena a nosotros; pero los alcaldes de pueblo eran de aquí, eh, y los jefes provinciales eran de aquí", ha recordado.
El novelista regresa con su nueva creación a la posguerra civil española, escenario ya de "Pan Negro", su obra cumbre.
Y esta vez lo hace para fotografiar la vida de un pueblo textil de la zona de influencia de Vic (Barcelona) en los meses inmediatamente posteriores a la victoria del bando 'nacional'.
La acción del manuscrito se sitúa en lo que Teixidor considera "uno de los momentos más duros" de la posguerra civil española, cuando los republicanos "han sido derrotados y no les queda más remedio que callar, trabajar y sufrir".
En este preciso instante, la inminencia de la boda de la primogénita del terrateniente Maties -que ha de reunir en el pueblo a personalidades del régimen- detiene el tiempo, lo carga de presagios y le confiere un ambiente denso, casi opresivo, que rodea las expectativas de propios y extraños.
"El poder dictatorial mata lo que más aprecia, porque el suyo es un amor egoísta", ha reflexionado Teixidor, quien ha revisitado la Cataluña posterior a 1939 porque "hay muchos rincones que quedaban por descubrir", como "el 'fascismo ordinario'".
Existía "la dictadura en grande, y después había las pequeñas dictaduras, el pequeño fascismo de cada día", ha dicho el autor.
Sin embargo, ahora que es acusada la profusión de novelas sobre la posguerra, Teixidor ha reivindicado, "en un primer momento", una "lectura ingenua".
"Uno ha de leer para divertirse, porque le gusta el tema y estos libros -los que tratan sobre la posguerra- gustan porque los lectores de una cierta edad pueden añadir cosas" y decir "¡esto es cierto!, y ¡aún era peor!", mientras que los jóvenes pueden descubrir retazos de la historia de su país, ha afirmado Teixidor.
Además, ambientar la trama en una "sociedad cerrada permite jugar más. Son historias que en la ciudad, en la capital, pasarían más desapercibidas", ha declarado el escritor en referencia al pueblo al que han de llegar las personalidades del régimen.
Nacido en Roda de Ter (Barcelona) en 1933, Teixidor está a punto de ver como su novela más aclamada -"Pan Negro"- llega a la gran pantalla de la mano de Agustí Villaronga, con un reparto encabezado por Sergi López, Pep Tosar y Laia Marull.
Pero lejos de estar nervioso por cómo se traducirá al cine una de sus obras, afronta el inminente estreno con la "curiosidad" propia de un espectador.
Emili Teixidor ha confesado también que, pese a su dilatada trayectoria en el mundo literario, lo encuentra "misterioso".
Contribuye a esa percepción que los primeros en adquirir los derechos de "Els Convidats" (publicado por Columna) hayan sido editores de Grecia e Irán, según ha avanzado el propio literato.
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