Este artículo se publicó hace 15 años.
Un ejército de aspirantes para repartirse 100.000 millones de dólares
La guerra ha disparado los beneficio de las empresas privadas
Los Ejércitos privados han vivido con George W. Bush una expansión sin precedentes: han ganado más que nunca y han florecido como setas. Según un informe de 2008 del Congressional Budget Office, una entidad vinculada a la Cámara de Representantes, la invasión de Irak supuso un gasto de 100.000 millones de dólares para los contratistas privados, un nivel sin precedentes en la historia del país.
Los Ejércitos privados forman parte de este conglomerado llamado "contratistas privados" que según autores como Jeremy Scahill, autor de uno de los mejores estudios sobre Blackwater, tienen detrás todo un plan para privatizar las guerras. Actualmente, el 50% del dispositivo estadounidense en Irak pertenece al sector privado, según el Congressional Budget Office.
Entre el país árabe y Afganistán suman alrededor de 240.000 empleados. De ellos, sólo una pequeña parte son mercenarios armados equiparables a los soldados: en Irak, las tres empresas acreditadas suman unos 3.500 hombres. Pero sólo son la parte más visible porque muchas operaciones relacionadas con la seguridad se camuflan bajo otros paraguas.
Un mercenario estadounidense en Irak, según datos aportados ante el Congreso estadounidense, puede ganar hasta 1.200 dólares por día de trabajo. Y en ocasiones, las empresas se quedan con buena parte de este dinero contratando a mercenarios de países pobres y pagándoles un sueldo muchísimo más bajo. Varios ex empleados ugandeses de Triple Canopy han denunciado en su país a la compañía porque percibían apenas 30 dólares por día.
Lagunas legales
"A raíz de la guerra contra el terror de Bush, las empresas militares y de seguridad privada tienen gran demanda", lamenta José Luis Gómez del Prado, experto del Grupo de Trabajo de las Naciones Unidas sobre la utilización de mercenarios. Y Gómez del Prado advierte que operan en un entorno legal lleno de "lagunas".
"Es muy difícil aplicar la definición de mercenario [regulada en una Convención] a los empleados de las empresas militares que están registradas legalmente y que han sabido explotar los vacíos jurídicos".
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.