Este artículo se publicó hace 13 años.
La efectividad del ajuste sigue en cuestión un año después
Los planes adoptados por la presión de los mercados golpean los pilares del Estado del bienestar
Un domingo de hace un año, casi idéntico a este, Europa salió al rescate del euro, como idea, como compromiso y como nexo económico. Lo que se suponía un rescate, terminó asemejándose más al Rapto de las Sabinas, con los mercados robando a Europa algunos de sus hijos más preciados, como los pilares del Estado del Bienestar: Sanidad, gasto social, educación.
Un año después, cuesta ver los frutos de aquellas concesiones. Este mismo viernes se volvió a desatar el enésimo episodio en la saga de la crisis del euro, con una revista alemana, Der Spiegel, insinuando una salida de Grecia del euro, como única escapatoria para su maltrecha situación. Apenas 48 horas antes, otro país del euro, Portugal, había pactado el precio de su rescate con el FMI, la UE y el BCE. La foto parece casi idéntica a la que se podría haber tomado hace un año. Sólo cambia la presencia de algunos Jefes de Estado, que a lo largo de estos 365 días han caído víctimas de la decepción social por la gestión de la crisis.
Los expertos creen que el precio que ha pagado España está en el desempleo
"Sobre el papel parece una gran operación, pero estamos peor que hace un año", asegura Sony Kapoor, director de Re-define, un centro de estudios europeo. "Asistimos a un crack a cámara lenta", asegura. "Grecia era antes de su rescate un problema corregible: desde entonces ha habido dos rescates más [Irlanda y Portugal] y Grecia vuelve a estar en la diana", apunta.
Fuera del focoEl otro elemento que se ha movido en la diapositiva es que España se ha alejado de su puesto y en la foto de familia ya no aparece en la fila de sus vecinos conocidos como periféricos. Grecia, Irlanda y Portugal (esta última aún sin haber puesto en marcha el rescate) han tenido que aplicar algunos de los ajustes más férreos y temidos por un Ejecutivo, como el recorte de salarios o de pensiones, sin encontrar los resultados esperados. Sus primas de riesgo, el nuevo tótem económico que sirve para medir la posibilidad de impago de un país al medir la diferencia entre la rentabilidad de su bono a diez años y la del bono alemán, siguen disparadas, y parece lejano el día en el que puedan volver a financiarse en los mercados.
«Teníamos que elegir entre lo malo y lo peor», dice un experto
España ha logrado cambiar su suerte y, aunque la mayoría de sus indicadores se han estancado o son peores que hace un año, poco o nada tienen que ver con los de sus antiguos compañeros de infortunio.
Con todo, el sacrificio en España tiene un precio, que con probabilidad se podrá percibir en las urnas y que se ha traducido también en una economía anémica y en una lentísima recuperación. Sin embargo, las consecuencias de aquellos recortes en la economía española han sido, razonan la mayoría de los expertos, inevitables. "Teníamos que elegir entre lo malo y lo peor", sentencia José Carlos Díez, economista jefe de Intermoney. Para este experto, de no haber accedido al paquete de ajuste, el destino de España hubiera sido volver a entrar en recesión, y una tasa de paro mayor que la actual. "Hubiera sido mejor que hubiera sido más gradual", concuerda Díez, pero, con todo, entiende que no había elección.
Pensar cómo estaría la economía española sino se hubieran implantado los ajustes es un ejercicio al que se resisten a hacer los economistas. "Pensar en el contrafactual, en cómo estaría la economía si se hubiera actuado de otra manera es complicado. España tenía que haber abordado reformas antes. El retraso nos situó en una posición de que cualquier opción era mala. Al final, el Gobierno ha podido seguir emitiendo deuda. En ausencia de aquellos ajustes el país estaría en una situación muchísimo peor", opina Jonás Fernández, director del Servicio de Estudios de Solchaga-Recio y Asociados. "Es negativo pero menos negativo que el escenario alternativo", continúa Fernández que recuerda que no se han recortado partidas a las que sí han tenido que meter mano en otros países, como el seguro de desempleo o las clases pasivas. Además, la adopción de reformas fue el elemento clave para ganar la confianza de los mercados.
Las reformas han sido más determinantes que el recorte del gasto
Costes importantes"Era inevitable, pero los costes han sido importantes", concuerda Jesús Ruiz-Huerta, profesor Economía Aplicada en la Universidad Rey Juan Carlos. Ruiz-Huerta piensa principalmente en el paro, uno de los indicadores que más se ha deteriorado en el último año. Esta misma semana conocíamos que hay 126.935 personas más apuntadas al INEM que en el mes de abril del año pasado. Y, en términos de tasa de paro, el monstruo del desempleo ha engordado hasta el 21,3%.
"La política de reducción del gasto no vale para disminuir el desempleo" explica Ignacio Zubiri, catedrático de Hacienda Pública de la UPV y muy crítico con el paquete de ajuste. "Las medidas eran improvisadas y no han sido efectivas. El recorte de salarios de los funcionarios no ha derivado en una reducción del gasto efectivo de personal", analiza Zubiri. En su opinión, el ajuste se podría haber realizado "de otra manera", y defiende que la opción de subir impuestos hubiera sido más acertada.
La adopción de reformas ha sido más determinante que el recorte del ga
De la misma idea es Albert Recio, profesor de Economía Aplicada en la Universidad Autónoma de Barcelona. "El incremento del paro tiene que ver con que no se ha resuelto la economía" y advierte: "Habrá más planes de ajustes post-elecciones". Recio denuncia que la economía ha entrado en una "dinámica perversa" y lamenta que se optara por el recorte del gasto en lugar de por un cambio de la estructura productiva.
Además del ostensible empeoramiento de la tasa de paro, otros indicadores tampoco traducen a primera vista los efectos del rescate. La bolsa ha subido apenas un 1,12% en el último año. La prima de riesgo ha pasado de moverse por debajo de los cien puntos a encontrar un nivel cómodo alrededor de los 200 puntos. Una cuarta parte que la de los países rescatados, pero muy elevada para un país europeo. Sólo la senda de déficit, que España está cumpliendo a rajatabla, y el nivel de deuda pública están controlados. Pero el débil crecimiento económico, pez que se muerde la cola en estos ajustes, sigue poniendo en solfa los resultados de este año.
Consecuencias en EuropaHan faltado elementos de asistencia como los eurobonos
El pobre resultado del rescate despierta más interrogantes que nunca sobre el margen de actuación de la Unión Monetaria y su operatividad, tal y como está diseñada. Según Kapoor, el "colapso de la confianza" ha llevado al "colapso del crecimiento" que es la gran tarea pendiente de una eurozona ensimismada con la austeridad.
"Las características del sistema que es la unión monetaria no se han tomado en cuenta suficientemente", asegura por su parte Paul de Grauwe, profesor en la Universidad de Lovaina. La falta de un verdadero Gobierno económico europeo ha llevado a "países con déficit y deuda creciente a ser castigados con altos tipos de interés y duros programas de austeridad", que acaban logrando el objetivo contrario al deseado. En su opinión, hacen falta "menos castigos y más asistencia" con instituciones que emitan deuda colectiva (eurobonos) y que podrían llevar a aprobar con mejor nota el segundo añodel rescate.
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