Este artículo se publicó hace 15 años.
El director general del Barça: "No queríamos espiarles, sino protegerlos"
Joan Oliver asegura que el seguimiento a cuatro vicepresidentes del club obedeció a motivos de seguridad
El director general del FC Barcelona, Joan Oliver, aseguró hoy que la investigación a cuatro vicepresidentes del club -Jaon Boix, Joan Franqusa, Rafael Yuste y Jaume Ferrer- a través de una empresa de detectives, tenía como objetivo "proteger" y no "espiar" a estas personas.
Oliver contrató el pasado abril, sin permiso de los investigados y sin que lo supiese el presiente del club, Joan Laporta, a unos detectives para que investigaran la vida privada y profesional de los vicepresidentes, según publica hoy El Periódico de Catalunya.
"No queríamos espiarles, sino protegerlos. La prueba de que no hay nada que indique que es irregular u ofensivo por parte de nadie es que hoy se ha hecho público y no ha habido actuación alguna por parte de nadie", manifestó el director general en una rueda de prensa convocada tras hacerse pública esta información.
"No hay nada que indique que es irregular u ofensivo"
Oliver explicó que fue Franquesa quien pidió al club que verificara si era objeto de una investigación externa al club. "El origen es que en el primer trimestre, en marzo, el vicepresidente Joan Franquesa se dirige al club para decirnos que tiene indicios de que está siendo investigado, y nos pide por favor que verifiquemos su situación de seguridad", aseveró.
"Dados los antecedentes de seguridad el club, tema amenazas al presidente, robos de ordenadores y otros accidentes, y dado que la seguridad es muy importante para el club, nos pareció que la petición era razonable y tenía sentido extenderla a otros vicepresidentes, los señores Boix, Ferrer y Yuste", comentó al respecto.
Así pues, se encargó una "auditoria de seguridad" a una empresa, con "discreción". Explicó que a principios de abril tuvieron los resultados de la auditoria y que se compartió esa información con los cuatro vicepresidentes, quienes tienen los resultados en su mano. "Han pasado seis meses, fue un proceso normal, dentro de las muchas cosas de seguridad que nos vemos obligados a hacer. Fue un hecho más, sin trascendencia", añadió.
Laporta no quiso hacer ninguna declaración al respecto
"Esto pasa poco después de que el vicepresidente primero Alfons Godall dijera que no tenía intención de seguir en el club tras la marcha de Laporta, y el resto de vicepresidentes adquieren una relevancia pública que hace que puedan ser sensibles desde el punto de vista de la seguridad. En este sentido, sí es en clave electoral, porque tienen un papel mayor", afirmó.
Por su parte, Laporta no quiso hacer ninguna declaración al respecto. Antes de entrar a la misa en conmemoración del 52º aniversario del Camp Nou, el presidente evitó hablar ante la prensa de manera pública.
Preguntado sobre el coste de la auditoria, Oliver informó que se destinaron 56.000 euros a la operación, sólo un 1 por ciento del presupuesto para seguridad, que es de 4 millones de euros. Añadió que el presupuesto de seguridad debe hacer frente a la seguridad de las personas y de las instalaciones. "Hacemos muchos eventos públicos, y desde el punto de vista de seguridad tenemos una situación compleja", recordó.
Por último, quiso dejar claro que no se espió a los vicepresidentes. "Básicamente, la auditoria consiste en verificar las informaciones que hay en los registros y lugares públicos sobre una persona y en preguntar en diversos ambientes si hay una información relevante sobre la persona. Sobre todo hay que aclarar qué no es, y es que no contiene ningún seguimiento a las personas, no contiene ninguna actividad relacionada con las comunicaciones -teléfonos, correo-", concluyó.
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