Este artículo se publicó hace 16 años.
El detective Harry Bosch regresa en "Echo Park" antes de jubilarse
Michael Connelly, célebre autor norteamericano de novela negra, ha recuperado en "Echo Park" a Harry Bosch, el legendario personaje que encarna a un detective de Los Angeles en muchas de sus obras, antes de jubilarlo definitivamente, en un libro cuya singularidad es "la exploración del mal puro".
Connelly, durante la presentación de "Echo Park" en España, subrayó que normalmente sus libros son una exploración acerca "de las diferentes tonalidades del bien y del mal", pero consideró que en esta ocasión el enigmático Harry Bosch se encuentra ante un personaje "que presenta las características más intensas de la maldad".
Después de once novelas con Bosch como personaje central, su creador afirmó que "uno de los regalos más maravillosos que puede recibir un escritor es contar con un personaje tan fascinante como él y hacerle evolucionar", y destacó su satisfacción por haber seguido esta evolución a través de más de un millón de palabras en torno a un sólo personaje.
No obstante, Connelly cree que el famoso detective, creado por primera vez en 1992 con The Black Echo, novela que recibió el Premio Edgar, no puede tener ya mucho más recorrido, ya que -ironizó- cuenta con 56 años y se jubilará "como todos los policías de Los Angeles, cuando más le convenga económicamente".
En "Echo Park", Bosch tiene la oportunidad de reabrir un caso en el que trabajó en el pasado y que había quedado irresoluto, como es el asesinato de la joven Marie Gesto, desaparecida trece años atrás.
Ante la confesión de un hombre que dice estar detrás del asesinato de la joven, el perspicaz detective intuye que detrás hay algo más por las circunstancias que envuelven el caso y el interés de un político por llegar a un pacto con el presunto culpable.
La última novela de Connelly traducida al español es una obra emocionante con una trama policial inteligente cuyas piezas acaban encajando a la perfección, y supone una invitación a adentrarse en la relación entre la clase política y el cuerpo policial, así como una reflexión acerca de las trágicas consecuencias que el error más nimio puede ocasionar en una investigación.
El autor, que reconoce la influencia que su larga etapa anterior como periodista de sucesos tiene en su escritura, subrayó que su estilo literario refleja "perfectamente" ese hecho: frases cortas y precisas que dan agilidad a la narración.
De hecho, aseguró que para escribir sus novelas se documenta "exactamente igual" que lo haría un periodista, realiza investigaciones, acude a los lugares que describe, habla con detectives amigos suyos y extrae sus historias en muchas ocasiones de las conversaciones que mantiene con éstos y de los casos que le cuentan.
El personaje de Harry Bosch también es "una mezcla" de personas con las que ha tenido contacto a lo largo de estos años, y admite que "posiblemente" le habría gustado ser detective, aunque señala que no le hubiera complacido pasar por la fase previa necesaria para llegar a eso, la de policía uniformado.
A pesar de que es uno de los principales autores de novela negra, Connelly asegura que últimamente no lee este género, subrayó que en Estados Unidos no se puede escribir un libro si se pretende que tenga éxito en el que no haya un crimen, algo que enlaza con el hecho de que toda la cultura del ocio "gire alrededor del crimen".
El escritor, afincado en Tampa (en la costa oeste de Florida), considera que en sus novelas, ambientadas en Los Angeles, trata de "profundizar en las sombras que hay detrás de la estrella más rutilante del universo", y considera que Los Angeles es, junto con Harry Bosch, un personaje más de sus novelas, "de forma que hay una mezcla constante entre el personaje y la ciudad".
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