Desarticulada una banda que mantuvo secuestrado a un hombre durante 13 días

La Policía Nacional ha detenido a diez hombres, ocho de ellos de origen marroquí, uno palestino y otro búlgaro, que conformaban un grupo organizado que mantuvo secuestrado durante 13 días a un hombre en un chalé de Freno de Torote, al que finalmente liberaron al verse acorralados por los agentes.

Según ha informado hoy la Jefatura Superior de Policía, el pasado mes de febrero una mujer denunció en la Comisaría del distrito de Puente de Vallecas de Madrid que su marido había desaparecido el día 18 de ese mes y alguien había retirado de la cuenta que el matrimonio tenía en común 1.000 euros.

Cuatro meses antes, el pasado mes de octubre, este hombre había sufrido un intento de secuestro por parte de varias personas que intentaron meterle por fuerza en su coche, aunque finalmente no lo consiguieron y únicamente robaron el vehículo, según relató a la Policía un hermano del desaparecido.

Desde la desaparición de la víctima el 18 de febrero, los secuestradores llamaron en varias ocasiones a su familia para acordar su liberación a cambio de determinadas peticiones.

Pocos días después, la Policía localizó un piso en Fuenlabrada en el que el Grupo Especial de Operaciones (GEO) irrumpió para buscar al secuestrado, pero no estaba allí.

A continuación se constató que la víctima estaba en un chalé de Fresno de Torote, que fue vigilado en colaboración con la Guardia Civil mientras se obtenía el permiso para entrar en él, y del que finalmente los secuestradores liberaron a la víctima al verse "acorralados" por la Policía, según ha precisado la Jefatura.

Los autores del secuestro dejaron a la víctima en la localidad vecina de Camarma de Esteruelas.

Los agentes detuvieron en ese momento a cuatro miembros de la banda implicados en el secuestro y también al propietario del chalé.

Posteriormente fueron detenidas otras cinco personas y la operación continúa abierta.

Durante el registro del chalé de Freno de Torote se encontraron numerosas pruebas que corroboraron que el hombre había sido retenido allí contra su voluntad, y se intervino material informático para falsificar documentos y numerosa documentación falsificada.

Se constató que la banda estaba muy bien estructurada y jerarquizada y sus miembros eran muy peligrosos y violentos. Mientras unos custodiaban a la víctima, otros se ponían en contacto con la familia y el resto se encargaba de la seguridad.

Uno de los arrestados, de origen palestino e identificado como A.A.M.S., utilizaba hasta cinco identidades distintas, y tenía antecedentes policiales con todas, la mayoría por delito contra el patrimonio.

Otro de los detenidos, de origen búlgaro, T.T.V., también estuvo arrestado en tres ocasiones por robo con violencia e intimidación y lesiones, y contaba con una detención por reclamación.

M.K., de origen marroquí, cuenta con dos antecedentes policiales, mientras que el resto de sus compatriotas carece de ellos.