Este artículo se publicó hace 16 años.
La cumbre iberoamericana, bajo el signo de la crisis global
Presidentes y jefes de Estado de Latinoamérica, España y Portugal, inauguraron el miércoles una nueva Cumbre Iberoamericana marcada por la crisis financiera global y la ausencia del presidente venezolano, Hugo Chávez.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, aprovechará la reunión, que se extenderá hasta el viernes, para defender el establecimiento de controles que eviten otra crisis como la actual.
Lula sólo asistirá a las sesiones del jueves y partirá hacia Cuba para entrevistarse con el presidente Raúl Castro y eventualmente con el convaleciente líder Fidel Castro.
El mandatario brasileño hablará sobre "la necesidad de adopción de mecanismos y controles que impidan que ocurran nuevas crisis y que eviten que la especulación financiera afecte la economía real", dijo esta semana el portavoz presidencial, Marcelo Baumbach.
En ese tono, el secretario general Iberoamericano, Enrique Iglesias, pidió a las grandes economías una mayor regulación de sus sistemas financieros.
"Es importante reclamar una vez más que los países industrializados aceleren la adopción de medidas que permitan restablecer la confianza en su sistema bancario", dijo Iglesias la noche del miércoles, durante la ceremonia de inicio de la Cumbre.
La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, dijo que las medidas que se han tomado para frenar la crisis financiera global han sido buenas, pero no son suficientes.
"Necesitaremos medidas adicionales y más contundentes", dijo Bachelet, cuyo país realizó la pasada Cumbre Iberoamericana.
El gran ausente a la XVIII Cumbre, concebida inicialmente para buscar respuestas a los graves problemas de pobreza y exclusión que sufren millones de jóvenes de la región, será Chávez. El presidente venezolano, ácido crítico de Washington, canceló su participación hace unos días bajo el argumento de que su seguridad no estaba garantizada.
En cambio, estarán presentes varios de sus aliados en la región como el presidente de Bolivia, Evo Morales, el de Ecuador, Rafael Correa, y el de Nicaragua, Daniel Ortega.
ESPAÑA BUSCA MÁS FOROS POR CRISIS
Un habitual protagonista de este tipo de reuniones, el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, llegó a San Salvador en momentos en que su país pugna por participar en una cumbre internacional que Estados Unidos está preparando para tratar la crisis.
España no fue invitada a la cumbre del Grupo de los 20 (G20), que tendrá lugar en Washington y reúne a países pobres como Paraguay o Guatemala, pero está liderado por economías pujantes como China, Brasil, India, México y Sudáfrica.
El ministro de Exteriores español, Miguel Ángel Moratinos, dijo en rueda de prensa que la crisis será tema central de la reunión y que los países buscan que "se pueda suscribir al final de la cumbre un posicionamiento de la comunidad iberoamericana de la crisis internacional financiera".
Eduardo Bueno, investigador de Estudios Latinoamericanos de la Universidad Iberoamericana de México, opinó que sería importante para la región la inclusión de España en el G20 por la fuerte presencia que tienen los grandes grupos financieros como BBVA y Santander en Latinoamérica.
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