Este artículo se publicó hace 16 años.
Crémer dice que "los poetas sabemos qué males espantar con nuestros cantos"
Nervioso y emocionado como un chiquillo, dicharachero con un lenguaje de barrio castizo de los años cincuenta y especialmente lúcido compareció hoy en Segovia el escritor centenario Victoriano Crémer a recoger el XVIII Premio de Poesía en memoria de Jaime Gil de Biedma.
El agradecimiento a este galardón ante autoridades e invitados ha sido una "homilía laica" abrochada por una canción en la que este miembro del grupo de los poetas de la Generación del 98 ha hablado de su vida, del amor, de España.
Y Crémer ha confesado: "he sido de todo lo que la vida, la sociedad, la autoridad competente e incompetente me impusieron" y ha concluido: "los poetas sabemos qué males espantar con nuestros cantos".
A punto de cumplir los 102 años, el próximo 18 de diciembre, uno de los poetas en lengua castellana vivos de más edad ha reclamado su bastón para acceder al estrado y recoger feliz su galardón, dotado con 10.000 euros.
Después, se ha hecho con el auditorio leyendo un texto ameno y poético en el que ha repasado su vida, no sin antes reconocer que "estoy emocionado, turbado, como si fuera la primera vez que acudo a un acto de este tipo".
Asimismo ha valorado el "entusiasmo y sencillez con que habéis montado este tiberio", en referencia al premio que rinde homenaje a Gil de Biedma, "cuando decir versos o tener propensión a la lírica es hoy un exceso de confianza", ha matizado.
"El último jinete" es el título de la obra ganadora que su autor ha definido como "un intento de mejorar mi obra anterior, por todos los procedimientos, de matizarla, porque estaba hecha en la línea de la desesperación y del desánimo".
Hacia la década 1950, Crémer empezó a establecer contacto con el grupo de poetas que realizaban la revista "Espadaña", de gran compromiso social, en plena posguerra, de la que llegó a ser director, tras salir de la cárcel.
Por eso, el poeta no ha ocultado que le tocó vivir "el tiempo más alterado y convulso de la historia de España y por ello quizá no tuve tiempo de cuidar como debiera del hombre que necesitaba ser".
No ha faltado en este acto un recuerdo al ganador de 2007, Juan Manuel González, fallecido el pasado 13 de mayo, a los 53 años, para quien el coordinador del premio, Gonzalo Santonja, ha rendido un homenaje con el poema de Crémer "Me duele": "... ¿"Qué fue de aquel/que intentó poner banderas/al viento?"
Este premio, que lleva el nombre de uno de los autores más representativos de la Generación de los 50, cuyos restos mortales descansan en el panteón familiar de Nava de la Asunción, y es uno de los más prestigioso en lengua castellana, cuenta entre sus ganadores con los poetas José Pérez Olivares, Luis Javier Moreno, Juan Carlos Mestre, Antonio Hernández y Santiago Sylvester.
Asimismo, lo han obtenido Concha García, Esperanza Ortega, Diego Jesús Jiménez, José Luis Puerto, Fernando Quiñones, José María Muñoz Quirós, José Viñals, Miguel Florián Rábanos González, Clara Janés, Adolfo Alonso Ares, Jorge Urrutia, Manuel Vilas, José Luis Rey y Juan Manuel González.
Aurelio Martín
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