Este artículo se publicó hace 16 años.
Crece la presión por el plan de rescate EEUU; mercados irritados
La presión sobre el Congreso estadounidense para que apruebe un multimillonario plan de rescate creció el viernes, después de que el estancamiento de las negociaciones con la Casa Blanca y el mayor cierre de un banco en la historia del país irritaran a los mercados mundiales.
El presidente George W. Bush afirmó que aunque hay desacuerdos en algunas partes del plan de rescate de 700.000 millones de dólares, será finalmente aprobado por el Congreso. "Vamos a tener un paquete aprobado", dijo en una breve declaración en la Casa Blanca.
Las autoridades de Estados Unidos cerraron el jueves la entidad de ahorro y préstamo Washington Mutual y sus activos serán vendidos a JPMorgan Chase, mientras que en Europa el grupo belga-holandés Fortis negó que tuviera problemas de liquidez, aunque sus acciones se hundían.
Los bancos en el mundo acumulaban efectivo y demostraban una creciente resistencia a prestar dinero, lo que provocó una subida de las tasas de interés interbancarias a un nivel récord en Londres, en medio de la incertidumbre sobre cuándo será aprobado finalmente el mayor rescate financiero de la historia de Estados Unidos.
Los mercados monetarios globales se secaban, forzando un incremento de inyecciones de efectivo de parte de los bancos centrales debido a que las tasas para préstamos en dólares seguían altas, en particular para el dinero a tres meses. El estrés del mercado se agraviaba porque se acerca el fin del trimestre.
La crisis golpeaba a las acciones estadounidenses y destacaba la caída de títulos bancarios como los de Wachovia, el sexto mayor banco del país, que llegaron a perder hasta un 26 por ciento. Mientras que KeyCorp, un importante banco de la región del medio-oeste de la nación, caída casi un siete por ciento.
MIEDOS SOBRE LA ECONOMIA
Para echar más leña al fuego, datos estadounidenses mostraron que el crecimiento de la economía durante el segundo trimestre no fue tan fuerte como se había dicho previamente: los gastos de consumidores aumentaron con menos vigor y los comerciantes recortaron sus inversiones, en un signo de que la confianza está decayendo incluso antes del recrudecimiento de la turbulencia financiera.
El banco más grande de Europa, el HSBC Holdings, anunció que recortará 1.100 empleos, o un cuatro por ciento de su fuerza laboral, debido a la crisis.
Con las negociaciones en Washington derivando en enfrentamientos entre demócratas y republicanos, los precios de las acciones estadounidenses bajaban, siguiendo de cerca a las pérdidas en las bolsas de Asia y Europa.
Los títulos del grupo financiero belga-holandés Fortis se hundían casi un 10 por ciento, luego de haber perdido el jueves hasta un 21 por ciento, por temores del mercado acerca de su liquidez pese a que su presidente dijo que no estaba en problemas.
Aunque los demócratas controlan el Congreso, dudan en aprobar el rescate sin el apoyo de todos los republicanos ante el riesgo de dejar a su partido político expuesto a menos de dos meses de las elecciones presidenciales.
Los legisladores críticos del acuerdo han expresado temores a que los banqueros no asuman la responsabilidad por los problemas y dudas sobre si el plan resolverá la crisis crediticia general.
Estados Unidos afronta la crisis financiera más seria desde la Gran Depresión de la década de 1930. El precio del plan de rescate propuesto es mayor al coste de la guerra de Irak y supera la cuantía de todos los préstamos del Fondo Monetario Internacional desde su nacimiento después de la Segunda Guerra Mundial.
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