Este artículo se publicó hace 15 años.
Control de las infecciones es clave en pacientes de alto riesgo
La mejor manera de proteger alos pacientes oncológicos en alto riesgo de desarrollarinfecciones fatales es combinar el tratamiento preventivo conantibióticos y antifúngicos con el aislamiento y otros métodos,como el uso de guantes y máscaras, indicó una investigación.
El trabajo incluyó una revisión de 40 estudios publicados.
La quimioterapia destruye las células de la sangre de lospacientes con cáncer, incluidos los glóbulos blancosresponsables de dar protección inmunológica, lo que vuelve alos pacientes vulnerables a la infección.
Los receptores de trasplantes de células madre son tambiénun grupo de muy alto riesgo. Antes de que puedan recibir eltrasplante, se les deben destruir todas las células del sistemainmune.
Las infecciones son la principal causa de muerte prevenibleen los pacientes con cáncer, escribió en Lancet InfectiousDiseases el equipo dirigido por el doctor Mical Paul, delCentro Médico Rabin, en Petah-Tikva, Israel.
Pero aún no existe consenso sobre la mejor forma deproteger a esos pacientes, lo que es especialmente importantehoy en día debido al aumento de la resistencia a los fármacosde varios organismos causantes de enfermedad.
Para investigarlo, el equipo revisó estudios publicadoscomparativos de varias medidas de control de infecciones enpacientes de alto riesgo tratados con quimioterapia otrasplante de médula ósea.
Entre los 40 estudios revisados, que habían sido publicadosentre 1971 y el 2008, 26 incluyeron el aislamiento paraproteger a los pacientes (por ejemplo, a través del control delflujo del aire de/hacia la cama o barreras entre el paciente yel entorno exterior).
Mientras que el aislamiento en sí no redujosignificativamente la mortalidad ni las infecciones entre lospacientes oncológicos, esos métodos combinado con antibióticosprofilácticos redujeron un 40 por ciento la mortalidad a 30días por distintas causas.
En los estudios con los seguimientos más prolongados, losmétodos combinados redujeron un 14 por ciento la mortalidad atres años.
El aislamiento más los antibióticos también disminuyeronlas infecciones bacterianas de la sangre, las infecciones conbacterias Gram negativa y Gram positiva y las infecciones porcándida (levadura). La intervención no modificósignificativamente el riesgo de infección por moho.
Once estudios que compararon el tratamiento conhospitalización y ambulatorio luego del trasplante de médulahallaron que los pacientes ambulatorios eran un 18 por cientomenos propensos a morir.
Pero el equipo destaca que los pacientes tratados de maneraambulatoria habrían sido más saludables que los tratados coninternación.
Los estudios más antiguos incluidos en la revisión yprevios al desarrollo de fármacos antibióticos y antifúngicosno serían, para los autores, aplicables a la práctica actual.
Pero las infecciones siguen siendo un factor clave para laevolución de los pacientes después del tratamiento, a la vezque los mismos tipos de organismos siguen infectando a lospacientes.
"La ganancia absoluta actual en la supervivencia es quizásmayor que la observada en los estudios más antiguos, en los queuna mayor proporción de pacientes morían por su condiciónsubyacente", escribieron los autores.
El equipo cree que serían necesarios ensayos clínicos congrupos de pacientes elegidos al azar para conocer si eltratamiento ambulatorio de pacientes con trasplante de célulasmadre es realmente tan seguro y efectivo como la terapia conhospitalización.
FUENTE: Lancet Infectious Diseases, febrero del 2009
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