Este artículo se publicó hace 15 años.
El Constitucional checo respalda el Tratado de Lisboa
El Tribunal Constitucional checo determinó el martes que el Tratado de Lisboa en su conjunto cumple con la Constitución del país, eliminando el último escollo para su ratificación.
La decisión implica que el presidente, el euroescéptico Václav Klaus, firmará el documento, que dará a la UE su primer presidente permanente y agilizará el sistema de toma de decisiones de la Unión, en la que viven casi 500 millones de personas.
República Checa es el único estado miembro que aún no ha ratificado el tratado, que precisa el consentimiento de los Veintisiete para entrar en vigor.
"Creo que no habrá más retrasos innecesarios que eviten la entrada en vigor del Tratado de Lisboa", dijo el presidente de de la Comisión Europea, Jose Manuel Durao Barroso, en un comunicado, añadiendo que espera que la UE pueda avanzar lo más rápido posible a la hora de elegir a un presidente.
Klaus no podía firmar el tratado, por ley, hasta que el Constitucional no se pronunciara sobre un recurso presentado por unos senadores conservadores que argumentaban que erosionaba la soberanía nacional.
ARGUMENTO RECHAZADO
El tribunal rechazó ese argumento. "La decisión fue unánime. Ninguno de los jueces presentó una opinión discrepante a la decisión o su razonamiento", dijo el tribunal en un veredicto escrito.
El tratado está destinado a dar a la UE una mayor influencia en la escena mundial haciéndola más flexible.
El Parlamento checo aprobó Lisboa pero Klaus se opuso durante mucho tiempo, diciendo que convertiría a la UE en un superestado con poco control democrático.
No obstante, dijo que no presentaría más obstáculos después de que los dirigentes de la UE acordaran la semana pasada dar a los checos una cláusula de exención a la Carta de Derechos fundamentales incluida en el texto. Klaus cree necesaria esta cláusula para evitar reclamaciones de propiedad por parte de alemanes que fueron expulsados de territorio checo tras la Segunda Guerra Mundial.
Si Klaus firma el tratado en un par de semanas, como está previsto, entrará en vigor a final de año. Entonces la atención se centrará en quién será el primer presidente de la UE.
Los jefes de Estado y de Gobierno de la UE no consiguieron acordar en una cumbre la semana pasada en Bruselas quien se haría cargo del puesto, cuyas funciones aún no están claras, y se tendrá que convocar una cumbre especial para alcanzar un acuerdo.
Las opciones del ex primer ministro británico Tony Blair, que parecía el favorito, han menguado tras no obtener el apoyo de los socialistas europeos, aliados de su partido, el Laborista.
No ha surgido ningún candidato que haya destacado en la carrera, pero entre los posibles candidatos están el primer ministro holandés, Jan Peter Balkenende, el ex primer ministro finlandés Paavo Lipponen y el primer ministro de Luxemburgo Jean-Claude Juncker.
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