"Comparar el llanto de un político cesado con el de Casillas es insultar a Iker"

Arturo Pérez-Reverte está fuera de España y sin ordenador. "Lejos del desparrame". El autor del Capitán Alatriste entiende por "desparrame" la polémica surgida tras calificar como "perfecto mierda" al ex ministro de Exteriores español, Miguel Ángel Moratinos, por emocionarse en su despedida.

Pese no tener ordenador desde el que escribir en Internet, el académico de la lengua ha sido capaz de utilizar otra vez su cuenta en Twitter como púlpito desde donde "puntualizar" sus palabras. No lo hace motu proprio, sino "a petición del respetable".

"Dejémonos de simplezas y de clichés machistas para demagogos fáciles", arranca en uno de sus mensajes. Poco después reconoce que Moratinos no es el único hombre que ha llorado en la historia. "Claro que los hombres lloran. Aquiles lo hizo en La Ilíada. Y cualquiera", apunta.

Lejos de rectificar, Pérez-Reverte encuentra reprochable que el ex ministro se emocionara al dejar el Gobierno. "Yo hablo de otra cosa. De un ministro que no lloraba por marcar un gol histórico o por perder a un amigo". Habla, en definitiva, de "un ministro cuya política fue claudicante y débil".

"Sigo sin ver nada positivo en esas lágrimas", remacha. Cuestionado por otros internautas por qué Moratinos no puede llorar e Iker Casillas sí al ganar el último mundial de fútbol, el autor de La carta esférica no duda: "Comparar el llanto de un político cesado con el de Iker Casillas es insultar a Iker Casillas".

Pérez-Reverte en realidad desconfía de los políticos "por instinto", ya rían o lloren: "Si un político ríe, me pregunto qué mercancía dudosa me vendió. Si un político llora, me pregunto qué privilegio lamenta perder".

Y todas las respuestas, sin ordenador.